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El movimiento de las mujeres tuvo una voz más fuerte en el Foro Social Mundial (FSM) de 2007 que en otros foros e hizo auténticos esfuerzos por vincular sus problemas con otros procesos, destacó Fatma Aloo, miembro del comité organizador.
Aloo, que también integra el consejo ejecutivo de FEMNET, dijo en una rueda de prensa este miércoles que la voz de las mujeres fue especialmente fuerte y clara en este Foro.
“A diferencia de otros foros, en que nuestra voz fue ahogada por movimientos de solidaridad más grandes y poderosos, aquí en Nairobi fuimos fuertes. Tuvimos una amplia representación, pudimos vincular nuestros problemas con otros, como el del agua, la tierra y la salud”, destacó.
“Más importante aún, no hablamos para los conversos, sino que nos vinculamos con grupos que tradicionalmente no tienen un componente de género en su trabajo”, agregó.
Suficientes palabras
Aloo, nacida en Tanzania, consideró que ya hubo suficientes palabras y que ahora es momento de la acción: “Debemos pasar del ‘ONGísmo’ al activismo; ahora sabemos lo que queremos y cómo lograrlo. Debemos pasar a la acción y después regresar e informar sobre el progreso”, exhortó.
Según Aloo, todos los grupos y movimientos deberían salir de Nairobi con un plan de acción para aplicar a nivel nacional y regional.
Wahu Kaara, de la unidad de movilización social del FSM 2007, opinó que las organizaciones de base de Kenia resultaron fortalecidas.
“Probablemente este sea el único foro al que asistan, porque se realiza en su terreno, y lo han aprovechado al máximo. Plantean sus problemas muy claramente, se vinculan con otros movimientos de solidaridad y forman redes sólidas que les servirán de estímulo después de la conferencia”, dijo.
Mujeres en conflicto
Las discusiones relativas a mujeres en zonas de conflicto (especialmente en Somalia y Darfur, Sudán) fueron conmovedoras, relató Kaara. Las afectadas no estuvieron físicamente presentes para contar su historia, pero grupos humanitarios que trabajan en esas zonas hicieron de portavoces.
Hubo un enérgico reclamo de mayor protección de la comunidad internacional para las mujeres y los niños que viven en zonas de conflicto y que padecen violaciones y otras formas de violencia asociadas con la guerra.
En cuanto al acceso a la tierra, hubo un reclamo de legislación para promover el acceso de las mujeres, especialmente en culturas que no les permiten poseer tierras ni otros bienes.
Los movimientos de base también promovieron una mayor integración en red con respecto a la cuestión del agua, y lamentaron que muchas comunidades tengan hoy menos acceso al agua debido a las privatizaciones que encarecen el servicio.