Ghetto Radio quiere poner fin a la “Locura étnica”

Una mujer pide a la policía que proteja
su vivienda en uno de los suburbios de la capital
Los habitantes de los suburbios no tienen nada que perder, esos guetos están habitados por personas que diariamente libran una lucha por llevar un pequeño salario a casa. Esa precaria situación despierta la ira, comenta Brouwer. Desde Nairobi, la capital de Kenia, Ghetto Radio quiere emitir un sonido alternativo en medio de tanta algarabía política.

Con la difusión de música desde la perspectiva de los jóvenes, ofrecemos un sonido positivo, afirma Brouwer, quien llegó especialmente desde Holanda para promover esta emisora. Ghetto Radio recibe un amplio apoyo de los medios de comunicación públicos holandeses. Radio Nederland Wereldomroep ha puesto a disposición de esa emisora material y apoyo técnico. Esta semana la Radio ha comenzado sus emisiones, y en esta primera fase emite música hiphop y reggae.

Locura étnica

Los empleados de la radio quieren ofrecer un contrapeso a las campañas que avivan el odio entre las etnias. Tras el estallido de los disturbios crearon un “parlamento hiphop” con artistas y demás habitantes de los suburbios. “Queremos romper esa locura tribal” cuenta el empleado Angel Wainanai, “nosotros los pobres tenemos que formar un frente.”
Robert Ochola trabaja igualmente para Ghetto Radio. Nos encontramos en Mathare Valley, un suburbio grande de Nairobi. Ochola nos muestra un descampado calcinado en Mathare, una zona que separa las diferentes etnias. Los “Desde la semana pasada los Kikuyus viven en una parte del barrio marginal, y los luo en la otra”, afirma Ochola. “Casi me mata un grupo de Kikuyu, no por mi trabajo como periodista, sino porque soy un Luo.”
Todos los colaboradores de la emisora de radio de los barrios marginales. “Solamente mis padres hablan el idioma luo, los jóvenes hablamos el sheng, una mezcla de inglés y kiswaili originario de los chicos pobres. En el pasado no me sentía luo pero tras escapar de un ataque de los kikuyu he tomado conciencia de mi origen. Ahora soy un verdadero Luo.

Explosión

Actualmente la disputa inicial sobre las elecciones en Kenia desempeña un papel menos importante en la violencia que inunda el país. La diferencia entre ricos y pobres y los conflictos sobre la propiedad y el control de la tierra parecen haber provocado la rebelión de los jóvenes. “Esta explosión de violencia se veía venir”, afirma Ochola quien además añade: “alguna vez se levantarían los pobres contra los ricos”. Pero en los suburbios los pobres luchan contra los pobres, luo pobres contra sus vecinos kikuyu, también pobres. “Nosotros los luo consideramos a los kikuyu como una etnia que relativamente vive mejor.” Pero realmente, los suburbios están habitados por los kikuyu pobres.

Los suburbios en Nairobi son de hecho una extensión de las zonas rurales, que están superpobladas. En las regiones rurales la mayor parte de los habitantes vive en tribus, separados de las demás etnias, este sistema o tradición lo han exportado consigo al inmigrar a la gran ciudad: Kibera, con casi un millón de habitantes es prácticamente de mayoría luo; Mathare, donde vive más de medio millón de personas, es principalmente kikuyu. Pero en ambos barrios viven otras minorías étnicas y esas fueron las primeras víctimas de la violencia.

Lucha social

Angel Wainana, trabaja como periodista en Ghetto Radio y es kikuyu. “Hasta hace poco tiempo todos librábamos la misma lucha social. Estabilidad no significa paz si no tienes nada que llevarte a la boca. En nuestros barrios siempre estamos en pie de guerra. La mayor parte de lo habitantes en el gueto está esperando la mínima oportunidad para empezar a saquear”, cuenta Wainana.

El conflicto generacional desempeña también un papel importante: la mayor parte de los políticos kenianos han pasado sobradamente los 50 años. Kibali nació en 1931, Odina en 1945. Según los cálculos, tan sólo un tres por ciento de los kenianos es mayor de 65 años y esa generación aportó la cínica clase política que recluta a sus adeptos en las tribus.
En las elecciones del pasado 27 de diciembre participaron dos millones de jóvenes que votaban por primera vez. “Pensamos que nuestro voto marcaría la diferencia”, cuenta Wainana. “Esta violencia es también una guerra entre la vieja y la nueva generación. En las anteriores elecciones se produjo igualmente fraude electoral, pero en esta ocasión, al menos, se está protestando”.

Maarten Brouwer se muestra modesto “Mi papel es limitado. La gente en los barrios marginados y los empleados de Ghetto Radio tienen que hacer el trabajo”.

Poner en recuadro

Los aproximadamente 34 millones de kenianos forman 80 grupos étnicos. La mayoría de los habitantes pertenece a la etnia de los kikuyu, seguidos por los luo, los kalenjin y los kamba.

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