senegalesa. Entrevista durante una reciente visita a Suiza donde acompañó la presentación del nuevo Informe de la UNESCO 2010, denominado “Llegar a los marginados”.
P: Su valoración de este informe sobre el estado de la educación en el mundo 2010?
R: Es un informe completo, ofrece muchas informaciones. Hace proposiciones de estrategias y acciones precisas pero que no son particularmente originales. No se puede esperar algo muy diferente de un informe de una institución de la ONU, elaborado con un marco institucional férreo definido por los Estados miembros.
Es significativo que insista en concentrar los esfuerzos en los grupos más marginales: poblaciones de villas de miserias, de zonas rurales pobres, de zonas de conflictos, campos de refugiados. Me interpela mucho que una de las conclusiones principales sea que a causa de la crisis actual la educación está en peligro, a pesar de los medios financieros y estratégicos que fueron invertidos por la comunidad internacional y los Estados.
LA EDUCACION LIBERADORA
P: ¿Los puntos débiles de esta lectura de la educación mundial hoy?
R: El objetivo del documento pareciera ser un gran alegato a favor de una mayor ayuda internacional en favor de la educación. Como si la falta de recursos fuera la principal causa del fracaso de del programa “Educación para Todos” de la última década. La plata no es todo. Pienso que el punto débil del informe es de no haber articulado las políticas y estrategia de desarrollo con las políticas educativas. Y tampoco haber establecido la relación más profunda entre todo eso y el nivel político, social y educativo de las diferentes poblaciones del planeta.
Falta un análisis de la relación estrecha entre modelo de educación y modelo de “desarrollo”. Y esto no se puede separar. En el África sub-sahariana las políticas educativas producen los mismos resultados que el modelo del sistema: exclusión, desempleo, pobreza. El mismo problema, el mismo resultado. No se manifiesta en el Informe una visión diferente, alternativa…
P: ¿Según lo que usted afirma no existen hoy en África parámetros educativos diferentes, paradigmas de reflexión…? Faltaría el aporte de lo que significó, por ejemplo, Paulo Freire para Brasil y América Latina con su apuesta a una pedagogía de la liberación…
R: Hay intelectuales africanos que hicieron proposiciones. Hay informes, programas diferentes. Hay africanos comprometidos que proponen una verdadera democracia, que va más allá de las instituciones y parlamentos. Y hay también ONG y asociaciones, como ENDA, que impulsamos otro tipo de trabajo con una visión distinta. Pero no siempre se traduce en una escala política. Sigue imperando en los programas educativos – y en la sociedad- el concepto de la transferencia de saber. No se construye junto con la gente. La educación y la democracia deben ser una construcción común en nuestra sociedad. Se debe alfabetizar utilizando las palabras de los campesinos, si vamos a una aldea que se dedica a la agricultura. Hay que entender que el ejercicio de la lectura y escritura debe contribuir a participar efectivamente. Lamentablemente, en general, se usa la lectura y escritura para imponer otros esquemas.
AFRICA Y AMERICA LATINA
P: ¿Aunque es muy difícil comparar realidades tan distintas, qué es lo que hoy tiene de particular América Latina que le faltaría a África?
R: Falta esa identidad propia latinoamericana, con una trayectoria de construcción de los últimos 50 o tal vez 100 años. Pienso que falta una alianza más estrecha de los intelectuales con la población, con la base. Entender que debemos trabajar con el pueblo, evaluar con él. Acercarnos más, estar más en contacto con la gente. Contamos con algunos partidos políticos muy avanzados en cuanto a ideología; con pensadores muy desarrollados; tenemos personalidades en el África austral que han tratado de expresar el alma africana. Pero hay una especie de fractura entre la “inteligencia” (los intelectuales) y la gente. No para reemplazarla, sino para que pueda hablar, que se ponga adelante.
P: Un cambio de mentalidad… ¿Una nueva cultura política africana?
R: Comprender y aceptar que nuestra población puede ser actor político. Que piensa, que tiene un saber acumulado. Expresarle confianza en ella misma. Que no se acompleje ni se calle si llega alguien de afuera con su proyecto de desarrollo y una camioneta 4 x4. Puedo asegurarle que hay ya gente que se mueve mucho. Organizaciones campesinas y de mujeres que se mueven. Por ejemplo, la vida expresada a través de las radios libres, comunitarias, en Senegal. Es de gran riqueza. Ya existe. Ahora hay que presionar a los que dirigen los países a que acepten esas poblaciones. Que hablen juntos. Que entiendan que no se las puede reemplazar en el pensamiento. Que acepten que son actores….
LA POTENCIALIDAD DEL FORO SOCIAL MUNDIAL
¿El Foro Social Africano, en particular, y el Foro Social Mundial, pueden ser espacios que refuercen esa nueva forma de participación de la base?
En efecto. Está concebido para reforzar esa construcción, a partir de la sociedad civil, de los que nunca tuvieron posibilidad de expresarse, para mostrar que estamos vivos. Cuando se pretende impulsar el desarrollo con proyectos impuestos, no funciona. Hay que acompañar a la gente a pensar en el futuro. A la gente nunca se le pregunta qué quiere, cuál es su visión de futuro. Como que no tuviera futuro…Y sin embargo sí lo tiene.
P: ¿En ese sentido la realización del FSM en 2011 en Dakar, por segunda vez en África -luego de Nairobi en 2007- puede ser un aporte a este proceso…?
R: Sin duda. Pero hay que dar un salto cualitativo de lo que se vivió en Nairobi. El África de la base debe estar presente en Dakar. Ese es el desafío que asumimos como secretariado del FSM. Hay mucho trabajo hasta entonces, pero es esencial. Mover a nuestras contrapartes, a las organizaciones de base, a la población…
P: En la edición del FSM en la India fue contundente la participación de la base, de los movimientos sociales, y particularmente los intocables, los sin casta… ¿Se debe aspirar en Dakar a una especie de Mumbai a la africana?
R: En eso justo estamos reflexionando. Sacar lecciones. ¿Cómo aprender de la historia? Debemos llegar a hacer un Mumbai en Dakar. En ese sentido el FSM del 2011 va a ser una gran oportunidad. Mucho trabajo por delante. Es un proceso. Y luego del FSM, debemos seguir construyendo. Porque el FSM es un espacio privilegiado. Está el África, están los otros continentes del Sur. También el Norte solidario. Son todas expresiones de los pueblos. Nos sentimos todos concernidos. Pensando diferentes y buscando alternativas a un sistema que nos reduce a ser productores y consumidores. Debemos encontrar un espacio propio en este mundo globalizado, para poder expresarnos, para vivir algo diferente.
*colaboración de E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria y
el cotidiano independiente “Le Courrier”, Ginebra, Suiza. [pt]
Os desafios imediatos para os movimentos sociais da África são enormes. Estão em jogo a necessidade de recriar a forma de fazer a política; propor novos paradigmas de participação cidadã; promover uma nova coerência entre o sistema educativo e a visão de desenvolvimento que deve ser questionada a fundo. Todos conceitos de síntese que se desprendem em um diálogo aberto com Joséphine Ouedraogo, secretária executiva da ONG “Meio Ambiente, Desenvolvimento, Ação” (ENDA-Terceiro Mundo, segundo suas siglas em francês), com sede em Dakar, Senegal. Ouedraogo, ex-ministra de Família e Solidariedade Nacional de Burkina Faso durante o curto governo revolucionário de Tomás Sankara (1983-1987), é uma das personalidades femininas mais conhecidas da África subsahariana. Sua organização assume um importante papel na preparação do Fórum Social Mundial 2011, que se realizará em janeiro desse ano na capital senegalesa. Entrevista exclusiva durante sua recente visita a Suíça, onde acompanhou a apresentação do novo Relatório da Unesco, denominado “Chegar aos marginalizados”.
P: Qual é sua avaliação desse relatório sobre a situação da educação no mundo?
R: É um relatório completo; oferece muitas informações. Propõe estratégias e ações precisas, embora não particularmente originais. Não se pode esperar algo muito diferente de um relatório de uma instituição da ONU, elaborado com um marco institucional férreo definido pelos Estados membros.
É significativo que insiste em concentrar os esforços nos grupos mais marginalizados: populações de favelas, zonas rurais pobres, zonas de conflitos, campos de refugiados. Me interpela muito que uma das conclusões principais seja que por conta da crise atual a educação está em perigo; apesar dos meios financeiros e estratégicos que foram investidos pela comunidade internacional e pelos Estados.
A educação libertadora
P: Quais os pontos débeis dessa leitura da educação mundial hoje?
R: Dão a entender que o objetivo do documento é ser um alegado a favor de uma maior ajuda internacional a favor da educação. Como se a falta de recursos fosse a principal causa do fracasso do programa “Educação para todos”, da última década. O dinheiro não é tudo. Penso que o ponto débil do relatório é não ter articulado as políticas e estratégias de desenvolvimento com as políticas educativas. E tampouco ter estabelecido a relação mais profunda entre tudo isso e o nível político, social e educativo das diferentes populações do planeta.
Falta uma análise da relação estreita entre modelo de educação e modelo de “desenvolvimento”. E isso não pode ser separado. Na África subsahariana, as políticas educativas produzem os mesmos resultados que o modelo do sistema: exclusão, desemprego, pobreza. O mesmo problema, o mesmo resultado. No relatório não se manifesta uma visão diferente, alternativa…
P: Segundo sua afirmação, não existem hoje, na África, parâmetros educativos diferentes, paradigmas de reflexão…? Faltaria a colaboração do que significou, por exemplo, Paulo Freire para o Brasil e para a América Latina, com sua aposta em uma pedagogia da libertação…
R: Há intelectuais africanos que fizeram propostas. Existem relatórios, programas diferentes. Há africanos comprometidos que propõem uma verdadeira democracia que vai além das instituições e parlamentos. E há ONGs e associações, como ENDA, que impulsionamos outro tipo de trabalho com uma visão distinta. Porém, nem sempre se traduz em uma escala política. Continua imperando nos programas educativos -e na sociedade- o conceito da transferência do saber. Ele não é construído junto com as pessoas. A educação e a democracia devem ser uma construção comum em nossa sociedade. Deve-se alfabetizar utilizando as palavras dos camponeses, se vamos a uma aldeia que se dedica à agricultura. Temos que entender que o exercício da leitura e da escrita deve contribuir para a participação efetiva. Lamentavelmente, em geral, usa-se a leitura e a escrita para impor outros esquemas.
África e América Latina
P: Apesar de que é muito difícil comparar realidades tão distintas, o que hoje a América Latina tem que falta na África?
R: Falta essa identidade própria latinoamericana, com uma trajetória de construção dos últimos 50 ou talvez 100 anos. Penso que falta uma aliança mais estreita dos intelectuais com a população, com a base. Entender que devemos trabalhar com o povo, avaliar com ele. Aproximar-nos mais, estar mais em contato com as pessoas. Contamos com alguns partidos políticos muito avançados quanto à ideologia; com pensadores muito desenvolvidos; temos personalidades na África austral que têm tentado expressar a alma africana. Porém, há uma espécie de fratura entre a “inteligência” (os intelectuais) e as pessoas. Não para substituí-la, mas para que possa falar, que se coloque adiante.
P: Uma mudança de mentalidade… Uma nova cultura política africana?
R: Compreender e aceitar que nossa população pode ser ator político. Que pensa, que tem um saber acumulado. Expressar confiança nela mesma. Que não tenha complexo, nem se cale se chega alguém de fora com seu projeto de desenvolvimento e uma caminhoneta 4X4. Posso assegura-lhe que tem gente que se movimenta muito. Organizações camponesas e de mulheres que se mexem… Por exemplo, a vida expressada através das rádios livres, comunitárias, no Senegal. É uma grande riqueza. Já existe. Agora temos que pressionar aos dirigentes do país para que aceitem essas populações. Que falem juntos. Que entendam que não podem ser substituídas no pensamento. Que aceitem que são atores…
A potencialidade do Fórum Social Mundial
P: O Fórum Social Africano, em particular, e o Fórum Social Mundial podem ser espaços que reforçam essa nova forma de participação da base?
R: Claro! Está concebido para reforçar essa construção a partir da sociedade civil, dos que nunca tiveram possibilidade de expressar-se; para mostrar que estamos vivos. Quando se pretende impulsionar o desenvolvimento com projetos impostos, não funciona. Temos que acompanhar as pessoas pensando no futuro. Nunca se pergunta às pessoas o que querem, qual é a sua visão de futuro. Como se não tivessem futuro… E, no entanto, sim eles têm.
P: Nesse sentido, a realização do FSM em 2011 em Dakar, por segunda vez na África (em Nairóbi, em 2007), pode ser uma colaboração a esse processo?
R: Sem dúvida. Porém, temos que dar um salto qualitativo a partir do que se viveu em Nairóbi. A África da base deve estar presente em Dakar. Esse é o desafio que assumimos como secretariado do FSM 2011. Temos muito trabalho a fazer até 2011 e isso é essencial. Mover nossas contrapartes, as organizações de base, a população…
P: Na edição do FSM na Índia foi contundente a participação da base, dos movimentos sociais e, particularmente, dos intocáveis, dos sem casta… Em Dakar, devemos aspirar a uma espécie de Mumbai à africana?
R: Estamos pensando justamente nisso. Tirar lições. Como aprender com a história? Devemos tentar realizar um Mumbai em Dakar. Nesse sentido, o FSM de 2011 será uma grande oportunidade. Temos muito trabalho daqui para frente. É um processo. E após o FSM devemos continuar construindo. Porque o FSM é um espaço privilegiado. Está a África, estão os outros continentes do Sul; também o Norte solidário. São todas expressões dos povos. Todos nos sentimos responsáveis. Pensado diferente e buscando alternativas para um sistema que nos reduz a produtores e consumidores. Devemos encontrar um espaço próprio neste mundo globalizado, para poder expressar-nos, para viver algo diferente.
Traduzido por Adital
[*Colaboração de E-CHANGER, ONG suíça de cooperação solidária e o cotidiano independente “Le Courrier”, Genebra, Suíça].
[fr]
AFRIQUE . L’échec de l’éducation sur le continent révèle une pédagogie élitiste, estime Joséphine Ouedraogo. Pour la dirigeante d’ENDA, le Forum 2011 à Dakar peut être le lieu d’un rapprochement entre intellectuels et secteur populaire.
Dans l’esprit de Joséphine Ouedraogo, les défis immédiats posés aux mouvements sociaux africains sont énormes: recréer une façon de faire de la politique, proposer des voies nouvelles pour la participation citoyenne, inventer un système éducatif en cohérence avec un autre développement… A un an du Forum social mondial de Dakar, dont son organisation assume le secrétariat, la dirigeante d’«Environnement, développement, action» (ENDA-tiers monde) était de passage en Suisse. La Burkinabé participait à un débat consacré au rapport annuel de l’UNESCO sur l’éducation (lire également ci-contre). L’occasion pour Le Courrier de rencontrer cette ancienne ministre de la Famille et de la Solidarité nationale du gouvernement révolutionnaire de Thomas Sankara.
– Quel est votre avis sur le rapport 2010 de l’UNESCO sur l’état de l’éducation dans le monde?
Joséphine Ouedraogo: C’est un rapport complet, avec de nombreuses informations. Il propose des stratégies et des actions précises. Mais rien de particulièrement original. On ne peut attendre quelque chose de très différent dans un rapport émanant d’une institution de l’ONU, élaboré dans un cadre institutionnel étatique. Il est significatif qu’il insiste pour concentrer les efforts sur les groupes les plus marginalisés: populations des bidonvilles, des zones rurales pauvres, des zones en conflits, des camps de réfugiés. Je suis très frappée par l’une des conclusions principales, à savoir qu’en raison de la crise actuelle l’éducation est en danger, malgré les moyens financiers et stratégiques investis par la communauté internationale et les Etats.
– Quels points faibles contient cette lecture de l’éducation mondiale aujourd’hui?
L’objectif du rapport semble être de faire un grand plaidoyer pour une aide internationale accrue et efficace en faveur de l’éducation, comme si l’insuffisance des ressources était la principale cause de l’échec de la décennie pour la proposition de «Education pour tous». Mais l’argent n’est pas tout. A mon avis, la grande lacune du rapport, c’est de ne pas avoir articulé les politiques, sociales et éducatives notamment, et les stratégies de développement. Il manque une analyse de la relation étroite entre modèle d’éducation et celui de «développement». En Afrique subsaharienne, les politiques éducatives produisent la même chose que le modèle du système: exclusion, chômage, pauvreté. Même problème, même résultat. Le rapport ne contient pas une vision différente, alternative…
– N’existe-il pas en Afrique des visions éducatives différentes, à l’instar de ce que Paulo Freire et sa pédagogie de la libération a apporté à l’Amérique latine?
Des intellectuels africains ont formulé des propositions. On a imaginé une véritable démocratie, bien supérieure aux institutions et aux parlements existants. Des ONG et des associations, comme ENDA, promeuvent ces visions distinctes. Mais cela ne se traduit pas politiquement. Dans les programmes éducatifs – et dans la société – continue à prévaloir le concept de transfert des savoirs. On ne construit pas avec les gens. Or l’éducation et la démocratie devraient être une construction commune. On doit alphabétiser en utilisant les mots des paysans, si nous allons dans un village agricole, comprendre que l’exercice de la lecture et de l’écriture doit contribuer à une participation effective. Malheureusement, on utilise généralement la lecture et l’écriture pour imposer d’autres schémas. L’Afrique n’a pas cette identité propre, que les Latino-américains se sont construite durant les cinquante ou peut-être cent dernières années. Je pense qu’il manque une alliance plus étroite entre les intellectuels et la population, la base. Il faut comprendre que nous devons travailler avec le peuple, évoluer avec lui, nous en rapprocher, être davantage en contact avec les gens. Nous avons des partis politiques très avancés idéologiquement, des penseurs très développés, des personnalités d’Afrique australe qui ont tenté d’exprimer l’âme africaine. Mais il y a une sorte de fracture entre l’intelligentsia et les gens.
– Comment réduire cette fracture?
Les intellectuels doivent comprendre et accepter que notre population peut être un acteur politique, qui pense, qui a accumulé un savoir, qui exprime sa confiance en elle-même, qui ne se complexe pas ni ne se tait si quelqu’un arrive avec «son» projet de développement et une camionnette 4×4. Je peux vous assurer que des gens s’activent beaucoup: des organisations de paysans et de femmes, ou la vie qu’expriment les radios libres communautaires au Sénégal, par exemple. Il y existe une grande richesse. Maintenant, il faut faire pression sur les dirigeants de ces pays pour qu’ils acceptent ces populations, qu’ils parlent avec elles, qu’ils comprennent qu’on ne peut pas se substituer à la réflexion et à l’action de ces populations
– Le Forum social africain, plus particulièrement, et le Forum social mondial peuvent-ils être des espaces qui renforcent cette nouvelle forme de participation de la base?
Ils sont conçus pour renforcer cette construction à partir de la société civile, pour montrer que ceux qui n’ont jamais eu la possibilité de s’exprimer sont bel et bien vivants. Il faut accompagner les gens dans la réflexion sur l’avenir. Car on ne leur demande jamais ce qu’ils veulent, quelle est leur vision du futur. Comme s’ils n’avaient pas de futur… Et pourtant ils en ont un.
– En ce sens, la tenue du FSM 2011 à Dakar – seconde session africaine, après Nairobi en 2007 – représente-t-elle un apport à ce processus ?
Sans aucun doute. Mais il faut faire un saut qualitatif par rapport à Nairobi. L’Afrique de base doit être présente à Dakar. C’est notre défi comme secrétariat du FSM. Cela exigera beaucoup de travail, mais c’est essentiel de mettre en mouvement nos partenaires, les organisations de base, la population.
– S’agirait-il d’une sorte de «Mumbai africain»? Lors de la session du FSM en Inde, la participation de la base, des mouvements sociaux – et plus particulièrement des «dalits» – avait été très importante…
C’est à cela que nous réfléchissons, pour en tirer des leçons. Comment apprendre de l’histoire? Nous devons parvenir à faire un Mumbai à Dakar. En ce sens, le FSM 2011 sera une occasion importante, qui exige beaucoup de travail. Et après le FSM il faudra continuer de construire. Le FSM est un espace privilégié: il y a l’Afrique, les autres continents du Sud et aussi le Nord solidaire. Ce sont toutes des expressions des peuples. Nous nous sentons tous concernés, en pensant différemment et en cherchant des alternatives à un système qui nous réduit au rôle de producteurs et de consommateurs. Nous devons trouver un espace propre dans ce monde globalisé, pour pouvoir nous exprimer, pour vivre quelque chose de différent.
Traduction H.P. Renk