Aquellos que tienen la oportunidad de trabajar también con las manos y no sólo con la cabeza saben bien que las herramientas de trabajo que los humanos han inventado tiene cada una su uso específico. Es así que el hacha se usa para cortar madera y la azada para revolver la tierra. Usarlos para fines que no son los suyos los torna inútiles o ruines. La Tierra queda mal, si trabajada con el hacha, que termina perdiendo su borde afilado. E intentar cortar madera con una azada nos pone en riesgo de quebrarnos la nuca.
Esas imágenes me vienen a la mente cuando escucho a aquellos a quienes les gustaría que el Foro Social nos diese instrucciones claras y precisas sobre qué hacer para cambiar el mundo.
No podemos esperar que el presente instrumento de lucha que es el Foro Social, al servicio de la sociedad civil, se disponga a actuar como un actor político. Si las personas reunidas en el Foro Social decidiesen que éste les diga cómo organizarse y participar en acciones nuevas y campañas del Foro como tal, lo destruirían como un espacio de encuentro, reconocimiento mutuo, inter-aprendizaje, superación de barreras y prejuicios entre nosotros, de intercambio necesario para construir una nueva cultura política, de toma de conciencia de que debemos cambiarnos a nosotros mismos para sobrepasar los límites de nuestra acción, de toma de conciencia de la lógica de las redes que supera a las organizaciones piramidales, de intercambio de informaciones y análisis sobre la realidad que queremos cambiar y los desafíos por delante nuestro, de apertura de horizontes, de descubrimiento de convergencias y nuevas posibilidades de acciones y articulaciones, dentro de relaciones horizontales entre nosotros y del respeto de nuestra diversidad y nuestras autonomías.
Por el contrario, no servirán de nada nuestros esfuerzos que realizamos dentro del Foro para cambiar el mundo, si después nos separamos y volvemos a nuestras organizaciones para seguir un mismo camino, sin proponernos profundizar las relaciones que comenzamos a construir en torno de las convergencias descubiertas, para organizar la acción concreta y aumentar nuestras posibilidades de “cortar leña”, y con la urgencia que se muestra necesaria.
Del mismo modo, los Foros se encogerán si dejan de atraer nuevos compañeros para sus encuentros –geográficamente, ideológicamente y sectorialmente. Se tornarán encuentros fatigantes y sin interés, reunidos siempre los mismos, en torno a los mismos temas y las mismas experiencias. Si los Foros no experimentasen expansión, no realizarían sus objetivos de “revolver la tierra” y morirían, dulce y tristemente. Y, en definitiva, no harían lo que más necesitamos y lo que produce nuestra gran fuerza: unir, dentro del respeto a la diversidad y la autonomía de cada uno, esa cantidad enorme de acciones e iniciativas que se desenvuelven por toda la superficie del planeta, aunque separadas unas de otras, dispersas, y frecuentemente movidas por la competencia y no por la colaboración.
Si pensamos en el futuro de los Foros Sociales, hay dos líneas de acción para desarrollar: una es expandir y consolidar cada vez más el proceso, sin límite, y otra es organizar y tornar concretas las acciones propuestas que hayan surgido dentro de los Foros.
La primera de estas líneas de acción es una tarea para las organizaciones que asumieron la responsabilidad de promover al Foro Social. La segunda es de las organizaciones dispuestas a juntarse con otras para realizar nuevas acciones y campañas.
La expansión de los Foros Sociales encuentra en la Carta de Principios del FSM las referencias a cómo hacer para asegurar su éxito, de modo que la creación de espacios no sea perjudicada por luchas de poder al interior en lugar de lazos horizontales de experimentación de nuevas prácticas políticas, así como que las personas no se sientan instrumentalizadas por otras.
La segunda línea de acción constituye un desdoblamiento lógico de la Carta, con formas de encuentro todavía a ser inventadas, como por ejemplo la realización de seminarios temáticos específicos (*), reuniendo de forma que respete la diversidad y la autonomía individual, a aquellos que están dispuestos a participar efectivamente de las acciones propuestas. Estos seminarios, que serán parte del proceso del Foro Social Mundial, no serán Foros Sociales en sí, sino la realización concreta de sus objetivos, aquellos que ven al FSM como una incubadora de nuevos movimientos y acciones inscritas dentro de una nueva cultura política.
Traducido por Lucia Ariza