Perplejidades y pluralidad

Foto: Henrique Parra

Por primera vez el Foro Social Mundial (Nairobi, Kenia, 20-25 de enero de 2007) ha tenido lugar en África, un continente de perplejidades y contrastes, tan contrastado como lo es América Latina. Ha tenido lugar en un continente “acorralado al extremo por las incongruencias del modelo” neoliberal; un continente donde se combina una escandalosa riqueza (según Peter Weahl, el crecimiento de las grandes fortunas africanas ha sido el más veloz del mundo en los últimos años) con la pobreza y la miseria más extremas, la tecnología de punta con la cultura más secular y ancestral que podamos encontrar en el planeta.

Un continente en gran medida ajeno para los latinoamericanos, quienes lo observamos muchas veces a partir de estereotipos caricaturescos basados en el desconocimiento y la ignorancia. África, como Latinoamérica, es un continente lleno de matices, de diferencias, de historias, de modernización y de pobreza, de culturas y territorios anclados en realidades locales extremadamente ricas que hacen mucho más compleja, dinámica y creativa la realidad de un continente muchas veces reducido a las imágenes de niños desnutridos muriendo de hambre o de las guerras, de las matanzas, de pandemias como el sida o la tuberculosis o de los desastres naturales. Sin duda que eso es parte notoria de un continente azotado por calamidades, pero no es todo.

El FSM de Nairobi ha sido una buena muestra de las perplejidades del continente africano y de las otras partes del globo que en él convergieron. Pero también ha sido una buena muestra de la pluralidad de ideas, propuestas y construcción de alternativas frente a la globalización neoliberal, en especial a partir de la propia experiencia de los africanos y africanas: el Foro puso en evidencia que África es también un continente que palpita, busca, crea, lucha.

El Foro también queda con las preocupaciones, los dilemas y los cuestionamientos que han cruzado esta iniciativa desde sus comienzos. El optimismo -quizás excesivo-, con que el mundo visualiza los cambios políticos que se registran en Latinoamérica, contrastan con los conflictos ancestrales de África, y con las guerras, algunas de ellas de ocupación, las cuales se libran en otros puntos del planeta, incluso cercanos a Kenya, como en Somalia y Etiopia.

El Foro Social Mundial, al realizarse en este espacio geográfico representó una fuerte señal de apertura a los problemas del mundo. Lo contrario de los líderes mundiales y empresarios que se encierran cada año por estas mismas fechas en el invierno calefaccionado de Davos.

Cerca de 1500 actividades autogestionadas, con unas 60 mil personas venidas de todo el mundo, planteando sus demandas concretas y también sus utopías. Los temas de punta se han discutido tanto con movimientos como con intelectuales, los que han pasado revista a cuestiones como la fiscalidad internacional, la reforma de Naciones Unidas, el calentamiento global, la calidad de la ayuda al desarrollo, las negociaciones comerciales de la OMC, o cuestiones como la situación de los pueblos indígenas en América Latina, la relación entre la política, los movimientos y las ONG, la situación de la mujer, las discriminaciones, las políticas públicas, y otros variados temas. Con un cuarto día novedoso en la metodología del Foro en que se convergió en encuentros temáticos, los que concluyeron en la Asamblea de los Movimientos al final de la tarde del Miércoles 24.

También se adoptaron algunas decisiones importantes que merecen ser destacadas. Este año y el próximo las organizaciones, movimientos, sectores, ONG, se han puesto de acuerdo en un conjunto de movilizaciones que tendrán lugar durante el 2007 y el 2008. Esto se concretó en el denominado Cuarto Día, una nueva metodología que en la última jornada hábil del evento se destinó a pensar y plantear la acción de cada red, campaña, organización y movimiento social.

Asuntos medulares como el acceso al agua, protección de recursos naturales, campañas para impedir guerras, oposición a la globalización neoliberal, educación, salud, igualdad de géneros, derechos laborales y otros, forman parte de esa agenda.

Desde la Asamblea de los Movimientos se plantearon iniciativas tan diversas como la movilización en torno a la reunión del G8 que tendrá lugar en Berlín entre el primero y el siete de junio; el Foro Social en Estados Unidos en la ciudad de Atlanta, Georgia, entre el 27 de junio y el 1 de julio, y el seguimiento a la reunión del Consenso de Monterrey + 5, que se realizará a finales del 2008. Cada movimiento o sector intentará generar movilizaciones globales relacionadas con estas cuestiones.

Una decisión importante en este contexto es que el año 2008 se realizaran foros policéntricos, el Foro Social América en Guatemala en el mes de Julio.

El Foro por supuesto que no ha estado exento de polémicas, pero no olvidemos que el esquema descentralizado del Foro entrega la facultad de la organización a las propias organizaciones locales, en este caso a las Organizaciones de la Sociedad Civil de Kenya, las que desplegaron un gran esfuerzo para el éxito final de la iniciativa.

Este éxito no puede ser opacado, por los problemas registrados ante la situación de financiar al Foro, lo que implica que es un evento donde se debió pagar cerca de 10 dólares como inscripción, lo que para algunos puede haber sido una barrera para que este evento se abriera a los movimientos y a los habitantes comunes y corrientes de Nairobi. Sin embargo el Foro contemplaba un área especialmente preparada para la asistencia gratuita de los habitantes, aunque la asistencia a ese sector sin embargo, no fue lo masiva que los organizadores hubieran deseado.

La necesaria preocupación por la seguridad del evento, por la tranquilidad de los asistentes extranjeros alojados en hoteles y en casas especialmente habilitadas, impuso un refuerzo de la vigilancia policial en la ciudad que si bien redujo los eventos en que la delincuencia se batiera en contra de los extranjeros, esto impuso un cierto bloqueo al evento mismo del Foro.

Sin embargo a pesar de ello lo popular se instalo al interior del Estadio Karandani, donde se expresaba la gran diversidad y riqueza que pudimos observar en la sociedad civil local.

También, que duda cabe, se instaló una ciudadanía global movilizada que reconoce sus avances y su poder actual, y también sabe que en su diversidad, tiene todavía mucho por avanzar, por demandar, por organizarse para sensibilizar e incidir en los objetivos de una agenda social que cada vez es más real.

Nairobi, 26 de enero de 2007

Miguel Santibáñez es presidente de la Asociación Chilena de Organismos No Gubernamentales – Acción y secretario subregional Cono Sur y Brasil – ALOP 1

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