Los firmantes de esta carta solidaria manifestamos nuestra condena y preocupación por el reciente despido de Paqui Cuesta, la secretaria general de la sección sindical de la Confederación General del Trabajo en Ford España (Almussafes, Valencia).
Consideramos que el fulminante despido, burdamente justificado por la multinacional del automóvil como “despido disciplinario por no atender órdenes de un superior y poner en peligro la seguridad de los trabajadores” no es más que un paso de gigante hacia el creciente recorte de derechos y libertades que el capitalismo está acometiendo al amparo de una crisis a su servicio.
Este despido, recurrido por nulo al tratarse de un claro caso de persecución sindical y de atentado contra la libertad sindical, es el colofón a una carrera de acoso, sanciones injustificadas, cambios de puesto de trabajo arbitrarios, errores en las nóminas y persecución que comenzó a raíz de que la compañera decidiera encabezar, hace 3 años, la candidatura de la Confederación en la planta de Ford España.
Paqui es una luchadora enérgica, incansable, una mujer trabajadora cuya dignidad y compromiso se han vuelto insoportables para la multinacional. La empresa lleva a cabo una política laboral volcada en socavar los derechos de los trabajadores para exprimirlos más aún… Y el objetivo de despedir a Paqui es doble: quitar de en medio a una sindicalista honesta, y en consecuencia peligrosa para sus intereses, y METER MIEDO al resto de la plantilla para acallar la contestación, para imponer su dictadura sin ninguna oposición.
Baste recordar que la CGT, con un 15% de representatividad en Ford España acumula el 100% de las sanciones. ¿Casualidad? Pensamos que no, como tampoco lo es que Ford se permita ahora hacer lo que jamás se hubiera atrevido hace 10 años: ritmos de trabajo insostenibles, Expedientes de Regulación de Empleo injustificables, incumplimiento constante de la normativa laboral, despidos selectivos…
Condenamos el silencio impuesto, las censuras, la impunidad y agitamos la bandera de la solidaridad y la lucha frente a la injusticia.
Enviada por Roman Perez, de Puebla, Mexico