¡No admitimos la violencia transfóbica en ninguna parte del mundo!
Exigimos reparación por el caso sufrido por la activista Keila Simpson este domingo 1 de mayo de 2022 en el aeropuerto de la Ciudad de México, cuando le impidieron el ingreso al país y su participación en el Foro Social Mundial.
Keila forma parte de la delegación brasileña que participa en el evento internacional, que se realiza este año en México, y hablaría en un panel que debate la violencia contra la población trans en representación de la Asociación Brasileña de Organizaciones No Gubernamentales (ABONG), la Asociación Brasileña de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transexuales e Intersex (ABGLT), además de ser presidenta de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (ANTRA).
Al aterrizar en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México, Keila fue detenida en el departamento de inmigración y tuvo su ingreso al país “inadmisible por inconsistencias”, y se determinó su regreso inmediato en el próximo vuelo a Brasil.
Durante todo el proceso, durante casi diez horas, fue aislada, incomunicada y sin derecho de acceso a ninguna de las demás personas de la comitiva. Se llamó a activistas y autoridades locales, quienes realizaron la denuncia ante el Consejo Nacional de los Derechos Humanos de México, quien de inmediato elaboró nota y medida cautelar. Sin embargo, cuando obtuvieron acceso al departamento de inmigración, no hubo más tiempo para impedir el regreso forzoso de Keila a Brasil.
Sorprende la celeridad en el proceso de retorno, sobre todo considerando que la activista presentó todos los documentos necesarios para su ingreso al país, como pasaporte, invitación oficial al evento, formulario migratorio, comprobante de reserva de hotel en la Ciudad de México (aunque colectivo de la delegación). Estos fueron los mismos documentos presentados por el resto de la delegación brasileña y a ninguna otra persona se le negó la entrada al país. Además, en la cola de inmigración, Keila señaló que estos documentos no se los exigían a ningún otro viajero.
Otro factor importante es que Keila, por decisión propia, ejerce su derecho a usar su nombre social, ya que no rectificó documentos, lo cual respetamos por autodeterminación e individualidad de género. Sin embargo, este derecho al nombre social, en ningún momento, fue respetado por los funcionarios de inmigración mexicanos.
Según información de activistas mexicanos, la normativa del Instituto Nacional de Migración del país no está armonizada con los más altos principios y parámetros internacionales de derechos humanos. El protocolo para la recepción de migrantes o turistas por vía aérea, marítima o terrestre no cuenta con un reglamento para el personal fronterizo que indique un trato prioritario o adecuado en cuanto al reconocimiento de la identidad de género.
Reiteramos que es inaceptable que la recepción y acceso a los derechos de las personas Trans se condicione a su situación documental subsanada, desconociendo el derecho al uso del nombre social, incurriendo en una vulneración de principios fundamentales que garantizan a las personas Trans ser quienes son. Tenemos que respetar la autonomía y considerar que hay cuestiones personales y subjetivas que deben ser consideradas en este proceso:
1. Hay personas que no pueden rectificar por cuestiones legales y/o derechos sucesorios,
2. Hay quienes no quieren rectificar; y
3. Hay quienes no pueden porque no es sencillo ni barato implementar este derecho.
Independientemente del motivo de cada persona y de cada caso, la autodeclaración de género es un derecho humano que no depende del consentimiento estatal. El respeto a los pronombres, denominación social, expresión e identidad de género de las personas Trans debe estar por encima de cualquier norma formal.
Organizaciones de todo el mundo, presentes en el evento, se solidarizan con Keila Simpson y el panel al que asistiría de manera presencial, que se llevará a cabo el 4 de mayo a las 9 a.m. (hora de México), mantendrá su participación de manera virtual y servirá como denuncia sobre el episodio y cobro de retiro del país.
Como organizaciones de la sociedad civil, solicitamos respuestas y acciones del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil y del Estado de México sobre la violación de derechos humanos, además de movilizar esfuerzos para acciones de reparación por lo sucedido.
La violencia institucional, simbólica y psicológica que sufrió Keila debe ser reparada y los órganos institucionales del gobierno deben pedir la retractación de México.
Firma esta nota:
Asociación Brasileña de Organizaciones No Gubernamentales (ABONG)
Asociación Brasileña de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Travestis, Transexuales e Intersex (ABGLT)
Asociación Nacional de Travestis y Transexuales (ANTRA)