A 30 años de la “caída” del sistema más memorable de la historia electoral de México (que llevó a Carlos Salinas de Gortari, gracias a un descarado fraude, a la presidencia), el país vivirá este domingo unas elecciones sin precedentes y cruciales.
Estas son las cinco claves más distintivas de este inédito proceso:
1. Son las elecciones más grandes de la historia del país por varias razones. El número de electores: 90 millones; los cargos en disputa: 18 299, y la inédita concurrencia de elecciones federales con las estaduales y las municipales. En síntesis, además de la elección presidencial y de la renovación completa del Congreso, se elige el 28 por ciento de los gobernadores (en nueve estados, incluida Ciudad de México), el 84 por ciento de los congresos locales, el 86 por ciento de los diputados locales y el 66 por ciento de los presidentes municipales (alcaldes).
2. Existe un alto y preocupante nivel de violencia política. Más de 135 políticos fueron asesinados (46 eran candidatos a nivel local) durante la campaña por el crimen organizado y por el narcotráfico, quienes buscan, de este modo, con plata y plomo, garantizarse un control territorial a nivel político para llevar a cabo sus operaciones ilícitas.También existe riesgo de que puedan presentarse situaciones de violencia, sobre todo en los procesos estaduales o locales, tanto durante la jornada electoral como en la etapa poselectoral.
3. Para todas las encuestas, la elección presidencial ya está definida. Andrés Manuel López Obrador, el líder de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT-PES), será elegido presidente (México no tiene segunda vuelta).
Lleva una cómoda diferencia de 20 puntos respecto de sus dos principales rivales: Ricardo Anaya, candidato de la coalición Por México al Frente (PAN, PRD-MC), y José Antonio Meade, postulado por la coalición Todos por México (PRI, PVEM-Panal).
Lo que aún está por definirse es de qué tamaño será el triunfo, en especial si López Obrador podrá lograr mayoría absoluta en ambas cámaras y cuántas gobernaciones (de las nueve que están en juego) conseguirá.
4. ¿Qué factores explican que López Obrador lidere todas las encuestas por amplio margen? Por un lado, el bajo nivel de aprobación (20 por ciento) del presidente Enrique Peña Nieto, debido a los mediocres resultados económicos de sus reformas estructurales, los altos niveles de inseguridad (29.000 homicidios en 2017), la obscena corrupción y la impunidad, consecuencias de un “sistema de Justicia incapaz de hacer justicia”, aunado con un alto rechazo al PRI y un marcado debilitamiento del PAN y el PRD.
Existe un contexto socioeconómico complejo: casi 50 por ciento de pobreza y elevada desigualdad, junto con un bajísimo nivel de satisfacción con la democracia (18 por ciento), y un igualmente bajo y declinante nivel de apoyo a esta (38 por ciento, 15 puntos inferior al promedio regional).
A ello debemos agregar la tenacidad de López Obrador (es la tercera vez consecutiva que busca la presidencia), su integridad y, sobre todo, se presenta como el candidato que tuvo la lectura más lúcida de la especial coyuntura que vive México, poniendo foco en la lucha contra la corrupción y la inseguridad.
5. A nivel regional, de confirmarse el triunfo de López Obrador, México girará ideológicamente a la izquierda, es decir, en sentido contrario a la tendencia prevaleciente hoy en América del Sur, que se inclinó hacia la centroderecha; tendencia que inició Mauricio Macri en 2015 y que fue seguida por los triunfos de PPK en Perú (2016), Sebastián Piñera en Chile (2017), y Mario Benítez e Iván Duque en Paraguay y en Colombia, respectivamente, en abril y en junio de este año.
Trump, un vecino problemático
Un país distinto
En definitiva, de esta elección emergerá un México políticamente muy distinto del actual. Tengo la impresión de que podría llegar a producirse un verdadero tsunami en el mapa político mejicano.
Por su parte, la compleja coyuntura que vive México permite entender no sólo el estado de malestar y hartazgo ciudadano que rodea este proceso, sino también por qué en esta elección el enojo y la rabia (con los partidos tradicionales y las elites) le ganaron al miedo de elegir un candidato antiestablishment, carismático y populista como López Obrador.
¿Es López Obrador el Chávez mejicano, como pretenden presentarlo sus detractores? ¿Existe riesgo de que México se convierta en una nueva Venezuela?
En mi opinión, ninguna. Una vez en el poder, López Obrador moderará sus propuestas, adoptará una posición menos ideologizada y más pragmática, y se moverá a la centroizquierda.
Si desea llevar a cabo con éxito su prometida “cuarta transformación” del país, sus referentes más que en el chavismo deberá buscarlos en las izquierdas moderadas y exitosas de Uruguay (José Mujica y Tabaré Vázquez) y de Chile (Ricardo Lagos y Michelle Bachelet).
Por todo ello, esta elección es una experiencia que debería ser analizada cuidadosamente tanto por el gobierno de Macri como por la oposición, para extraer de ella importantes lecciones de cara a las presidenciales de 2019.
Limpieza a fondo: 10 toneladas de afiches
Las autoridades de Ciudad de México informaron que se habían retirado casi 10 toneladas de propaganda electoral de la red vial de la urbe, y se estimaban unos 58 millones de mensajes por Twitter desde diciembre hasta la fecha.
El Instituto Nacional Electoral (INE) señaló que la campaña a la presidencia le costó a los cuatro candidatos casi 100 millones de dólares.
La campaña tuvo una fuerte cuota de violencia, con más de 135 políticos muertos de todos los partidos; entre ellos, 46 candidatos.
A la hora de las urnas: los tres principales candidatos
Estas elecciones serán las más grandes de la historia de México debido a la cantidad de cargos que serán votados.
Qué se elige.
Presidente de la República (por cinco años y 10 meses)
128 senadores (por seis años)
500 diputados (por tres años)
En números.
Población total: 125.373.373 habitantes.
Inscriptos para votar: 89.994.039