El presidente de México, Vicente Fox, autorizó hoy la intervención de fuerzas federales en el estado de Oaxaca, donde la escalada de una crisis política local dejó el viernes tres muertos, incluido un fotógrafo estadounidense.
Fox, cuyo periodo de gobierno concluirá el 1 de diciembre, adoptó la decisión tras consultas con sus colaboradores en la residencia presidencial de Los Pinos, dijeron autoridades de la presidencia citadas hoy por la prensa.
Al menos 14 personas han muerto en el estado de Oaxaca, sur del país, desde el inicio de la crisis hace cinco meses ante las demandas de manifestantes de que renuncie el gobernador local, Ulises Ruiz.
Oaxaca es el estado más pobre de México y las autoridades locales son acusadas de abusos de poder y corrupción por parte de los manifestantes. La presidencia no aclaró de inmediato si las fuerzas federales que intervendrán en la crisis política de Oaxaca serán agentes, soldados o ambos.
Tampoco precisó si la acción estará concentrada contra los opositores o si sólo será para patrullar las calles de la capital de Oaxaca del mismo nombre, escenario de las protestas y de las que ha desaparecido la policía.
Dirigentes de la Asociación Popular del Pueblo de Oaxaca (Appo), que encabeza las movilizaciones, dijeron que el gobierno local dio la luz verde para que sean asesinados donde se encuentren.
Fox, del Partido Acción Nacional (PAN, de derecha), había dicho hace varias semanas que no ordenaría la represión en Oaxaca.
El viernes, un grupo de individuos armados abrió fuego contra los manifestantes en Oaxaca con resultado de tres muertos, entre ellos el fotógrafo estadounidense Will Bradley Roland.
El fotógrafo fue auxiliado por los manifestantes bajo el fuego de los agresores. Otro fotógrafo Oswaldo Ramírez, del diario mexicano ‘Milenio’, resultó herido de un tiro en un pie.
Los dirigentes de la Appo dijeron que agentes de la policía local vestidos de civil fueron los responsables de los disparos. Los manifestantes mantienen bloqueadas diversas calles en el centro de Oaxaca, donde se concentran las movilizaciones.
El conflicto político en Oaxaca comenzó hace cinco meses con protestas de profesores que demandaban un aumento salarial.
Después se adhirieron a la protesta opositores al gobernador local Ulises Ruiz integrados en la Asociación Popular del Pueblo de Oaxaca (Appo).
En acciones previas, desconocidos armados habían disparado contra manifestantes, varios de los cuales fueron muertos. Otros caídos fueron asesinados a tiros en forma individual.
El gobernador local, Ulises Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), afirma que no dejará el poder.
En una extraña alianza política, legisladores del PAN y del PRI acordaron en el congreso impedir el despido del gobernador Ulises Ruiz y la desaparición de poderes de Oaxaca.
En un principio, los empresarios turísticos de Oaxaca habían demandado al gobierno que reprimiera a los manifestantes. Después se pronunciaron por la renuncia del gobernador.
Los dirigentes de la Appo dijeron que se sumarán a las acciones de otros opositores tendentes a impedir la asunción presidencial del mandatario electo Felipe Calderón, del PAN.
Calderón había solicitado al mandatario saliente que le dejara solucionado el conflicto político en Oaxaca antes del cambio de mando previsto para el próximo 1 de diciembre.