Imagem: En Casa Grande del Pueblo en La Paz, Transmision Presidencial al Presidente de Bolivia, Luis Arce, y al Vicepresidente, David Choquehuanca
El expresidente Evo Morales denunció este sábado que a dos semanas de la posesión de Luis Arce, quien ganó las elecciones de 2020 con el 55,1% de los votos, el gobierno de Jeanine Áñez pretendía instalar una junta militar para impedir el juramento del mandatario electo.
“La penúltima semana para la posesión del hermano Lucho, la dictadura de los golpistas —qué ‘gobierno de transición’, ningún gobierno de transición— tenía el plan de dejar el gobierno a una junta militar”, contó el exmandatario, ahora titular del Movimiento Al Socialismo (MAS, en una concentración de ese partido en Cochabamba.
“Saludo a algunos militares, se rebelaron a su comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, general (Sergio Orellana)”, remató.
Morales, dimisionario en la crisis poselectoral de 2019, fue sustituido el 12 de noviembre de ese año por la entonces senadora de minoría Jeanine Áñez, que se proclamó mandataria en sendos se actos de la Cámara de Senadores y de la Asamblea Legislativa sin quorum ni presencia de los dos tercios del MAS. Protestas políticas a raíz de “irregularidades” detectadas por la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones del 20 de octubre habían desembocado en un quiebre institucional.
Es más, el expresidente consideró que un grupo militar “golpista” intentó cohesionarse a una semana de la posesión de Arce, acto que sucedió en la Asamblea Legislativa el 8 de noviembre del año pasado. “La última semana, antes del 8 de noviembre, otra vez intentaron cohesionar militares golpistas para que el hermano Lucho no tome posesión. Hasta el último día la batalla”, dijo.
Ese grupo especializado de Sanandita quería venirse a La Paz. ¿Para qué a La Paz? Seguramente era para tomar la Asamblea Legislativa o para detener a Lucho y no se posesione”, especuló Morales.
“Es larga la historia, hay que repasar esa historia”, insistió.
Morales llamó a defender al gobierno de Luis Arce. “No podemos estar con las manos cruzadas, ya sabemos cuál es la intención de la derecha boliviana. Cuando no nos ganan elecciones, golpe de Estado”, afirmó.
Recordó que en las últimas semanas aparecieron amenazas desde fuerzas detractoras del oficialismo. Una de ellas fue la del ahora gobernador electo de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho. “Voy a decir algo al señor Arce: no se olvide cómo salió Evo Morales, que aprenda a respetar nuestras instituciones”, arengó el 20 de febrero en una comparecencia con periodistas tras la aprobación de la Ley de Emergencia Sanitaria.
El 1 de abril, al saberse de la detención de la exministra de Medio Ambiente María Elba Pinckert, el presidente del Comité pro Santa Cruz advirtió al Gobierno: “Señores, no jueguen con fuego, se van a quemar”.
Le han dicho: “Lucho, cuidado que te vaya como a Evo Morales, amenazando con golpe de Estado. Queremos decirles a los golpistas: ¡aquí está el pueblo boliviano; los vendepatrias nunca más volverán!”, respondió Morales.
“No hemos convocado, saben que es importante acompañarnos, nos acompañamos y no nos abandonamos; estamos presentes para no abandonar nuestra revolución democrático-cultural”, dijo el expresidente.
El MAS evalúa su situación político días después de conocerse los resultado de la segunda vuelta de las elecciones subnacionales, en las que no consiguió una sola de las cuatro gobernaciones en disputa electoral.
Arce: Los que perdieron siguen maquinando un golpe, pero ‘la derecha no pasará’
El Jefe de Estado instó a la unidad del MAS, lamentó que solo se hable de una mujer encarcelada (Jeanine Áñez) y aseguró que se hará “todo para que de una vez se abran todos los juicios” por las masacres.
El presidente Luis Arce, que participó en una concentración del Movimiento Al Socialismo (MAS) en Cochabamba tras la derrota del oficialismo en el balotaje del 11 de abril, aseguró este sábado que los constantes perdedores en las urnas siguen “maquinando” un golpe de Estado en Bolivia, pero “la derecha golpista no pasará”.
“Estamos aquí una vez más en Cochabamba para decirle con absoluta claridad que la derecha golpista no pasará; los que perdieron en las urnas, los que no recibieron el voto popular, ahora siguen confabulando y siguen maquinando un golpe de Estado, una desestabilización, porque son incapaces de ganar con el voto popular”, exclamó.
Agregó que el MAS es el único instrumento político que demostró en todo este último tiempo tener el apoyo masivo del pueblo boliviano porque es un partido de la mayoría.
“Y es que el pueblo es muy sabio, no solo apostó (en las elecciones nacionales de 2020) por la educación, la economía y la salud, sino también por la recuperación de la estabilidad democrática. Los bolivianos somos gente de paz, pero hay intereses extranjeros y nacionales que no quieren que vivamos en paz y claramente lo han demostrado en 11 meses (del gobierno de Jeanine Áñez), en el que saquearon al país, estaban negociando ya nuestros recursos naturales y habían tremendos hechos de corrupción”, enfatizó.
Asimismo, recordó que el “golpe de Estado” de 2019, “que ahora algunos quieren negarse y se hacen a los santitos”, derivó en la masacre de 36 bolivianos en Sacaba y Senkata.
Pero “les decimos una vez más, desde aquí, que no nos mueve el odio, no nos mueve la venganza; lo que nos mueve es nuestro afán inquebrantable de justicia”, agregó Arce, quien lamentó que solo se hable de la detención preventiva de Áñez por ese “golpe de Estado” y no de las víctimas de las masacres.
“Vemos cómo se habla (solo) de una mujer en la cárcel cuando hay 36 madres de familia que siguen llorando la muerte de sus hijos y cuando hay más de dos mil familias lloran a sus heridos, (pero) lo que nosotros siempre hemos dicho a los hermanos de Sacaba y Senkata es que vamos a hacer todo para que de una vez por todas se abran todos los juicios necesarios”, ratificó.
Además, el Jefe de Estado dijo que su gobierno avanzó en poco tiempo en la solución del problema de la educación, economía y también avanza hacia la recuperación de la salud de los bolivianos.
Sin embargo, “hay mucho por hacer (…) y para eso es muy importante (la unidad, aunque) la derecha tiene su estrategia y nos quiso dividir, nos quiso mostrar como si la derecha hubiera ganado (en las elecciones subnacionales), (pero) el pueblo ha ganado, hemos derrotado en las urnas una y otra vez, y por eso como nunca ahora tenemos cada vez más concejales, más asambleístas departamentales y más alcaldías”, señaló.
En las elecciones subnacionales del 7 de marzo, el MAS ganó en la mayoría de los municipios (239 de 336, principalmente de áreas rurales), pero en el balotaje del 11 de abril, que se realizó en cuatro departamentos para elegir a sus nuevos gobernadores, perdió en las cuatro regiones.