Managua, República de Nicaragua, 29 de junio de 2009
El domingo 28 de junio en horas de la madrugada, cuando el pueblo
hondureño se disponía a ejercer su voluntad democrática en una
encuesta con carácter de consulta promovida por el Presidente de la
República Manuel Zelaya Rosales para profundizar la democracia
participativa, un grupo de uniformados con capuchas que afirmó recibir
ordenes del Alto Mando de la Fuerza Armada, asaltó la residencia del
Presidente Zelaya para secuestrarlo, desaparecerlo por unas horas y
luego expulsarlo violentamente de su Patria.
Inmediatamente, el pueblo de Honduras reaccionó como digno heredero
del legado de Francisco Morazán, en las calles de las distintas
ciudades y pueblos de Honduras. A primeras horas de la mañana,
centenares de mesas electorales recibieron a miles de mujeres y
hombres que asistieron a ejercer su derecho al voto, y al ser
informados del secuestro de su Presidente, se volcaron a las calles
para protestar por el golpe de Estado, dando un ejemplo de heroísmo al
enfrentar desarmados los fusiles y los tanques.
A través de las pantallas de Telesur, se logró romper el silencio
nacional e internacional que quiso imponer la dictadura al cerrar el
canal del Estado y cortar el suministro eléctrico, buscando esconder y
justificar el golpe de Estado ante su pueblo y la comunidad
internacional, y demostrando una actitud que recuerda la peor epoca de
dictaduras que se vivieron en el siglo veinte en nuestro continente.
Como una sola voz, los gobiernos y pueblos del continente reaccionamos
condenando el golpe de Estado, dejando claro que en Honduras hay un
solo Presidente y un solo Gobierno: el del Presidente Manuel Zelaya
Rosales. Asimismo, saludamos las declaraciones de condena que, desde
muy temprano, comenzaron a emitir otros gobiernos del mundo.
Ante la urgencia de la situación, los gobiernos del Alianza
Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) convocamos de
manera inmediata un Consejo Presidencial de carácter extraordinario,
con el objetivo de acordar acciones contundentes para derrotar el
golpe de Estado en Honduras, apoyar al heroico pueblo de Morazán y
restablecer incondicionalmente al Presidente Manuel Zelaya Rosalesen
sus funciones legítimas.
Luego de analizadas las circunstancias en que se ha producido este
golpe de Estado, ante la gravedad de las violaciones al Derecho
Internacional, los convenios multilaterales y los acuerdos de nuestros
países con la República de Honduras, y en vista del tajante rechazo
que ha manifestado la comunidad internacional frente al gobierno
dictatorial que pretende imponerse, los países miembros del ALBA hemos
decidido retirar nuestros Embajadores y dejar a su minima expresión
nuestra representación diplomática en Tegucigalpa, hasta tanto el
gobierno legitimo del Presidente Manuel Zelaya Rosales sea restituido
en sus funciones.
De igual manera reconocemos como unicos representantes diplomaticos de
Honduras en nuestros países el personal designado por el Presidete
Zelaya, bajo ningun concepto acreditaremos personal designados por los
ursupadores.
Igualmente, como miembros plenos de los distintos sistemas de
integración del continente, instamos a nuestros países hermanos de
UNASUR, SICA, CARICOM, Grupo de Río, ONU y OEA a proceder de igual
forma ante los agresores del pueblo hondureño.
Por otra parte, hemos acordado declararnos en alerta permanente para
acompañar al valiente pueblo de Honduras en las acciones de lucha que
han convocado, e invocamos el contenido de los artículos 2 y 3 de la
Constitución Política de la República de Honduras:
“Art. 2: La Soberania corresponde al Pueblo del cual emanan todos los
Poderes del Estado que se ejercen por representación. La Soberania del
Pueblo podra tambien ejercerse de manera directa, a traves del
Plebiscito y el Referendo. La suplantacion de la Soberania popular y
la usurpacion de los poderes constituidos se tipifican como delitos de
Traicion a la Patria. La responsabilidad en estos casos es
imprescriptible y podrá ser deducida de oficio o a petición de
cualquier ciudadano”
“Art. 3 Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes
asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o
usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que
esta Constitucion y las leyes establecen. Los actos verificados por
tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la
insurrección en defensa del orden constitucional.”
Así como los principios del Derecho Internacional para respaldar los
actos de resistencia y rebelión del pueblo frente a los intentos de
dominación. A los maestros, obreros, mujeres, jóvenes, campesinos,
indigenas, empresarios honestos, intelectuales y demás actores de la
sociedad hondureña, les aseguramos que juntos conquistaremos la gran
victoria frente a los golpistas que pretenden imponerse al bravo
pueblo de Francisco Morazán.
Invocando el espíritu y el pensamiento de Francisco Morazán, junto a
él sentenciamos a los golpistas al proclamar: “Hombres que habéis
abusado de los derechos del pueblo por un sórdido y mezquino interés!
Con vosotros hablo, enemigos de la independencia y la libertad. Si
vuestros hechos, para procurarnos una patria, pueden sufrir un
paralelo con los de aquellos centroamericanos que perseguís o habéis
expatriado, yo a su nombre os provoco a presentarlos. Ese mismo pueblo
que habéis humillado, insultado, envilecido y traicionado tantas veces
que os hace hoy los árbitros de sus destinos y nos proscribe por
vuestros consejos, ese pueblo será vuestro juez”.
Deben saber quienes dirigen el golpe de Estado, que les será imposible
imponerse y burlar la justicia internacional, a la que tarde o
temprano serán sometidos. A los oficiales y soldados de las Fuerzas
Armadas de Honduras, les hacemos un llamado a que rectifiquen y pongan
sus armas al servicio del pueblo de Honduras y de su Comandante
General, el Presidente José Manuel Zelaya Rosales.
Los países miembros del ALBA, en consulta con los gobiernos del
continente y con diversas instancias que garantizan el cumplimiento
del Derecho Internacional, estamos adelantando medidas para que las
graves violaciones y los crímenes que se están cometiendo, no queden
impunes.
El único camino que le queda a los golpistas es deponer su actitud y
garantizar de manera inmediata, segura e incondicional, el retorno del
Presidente José Manuel Zelaya Rosales a sus funciones
constitucionales.
La República de Honduras es miembro pleno del ALBA, al igual que de
otras instancias de integración regional y organismos multilaterales
cuya membresía exige el respeto a la soberanía del pueblo y a la
constitución. Al haber sido violentados por los golpistas estos
condicionantes fundamentales, los gobiernos del ALBA hemos decidido
mantener todos los programas de cooperación que adelantamos con
Hunduras a través del Presidente Zelaya.
Asimismo, proponemos que se apliquen medidas sancionatorias
ejemplarizantes en todos los mecanismos e instancias multilaterales y
de integración, que contribuyan a hacer efectiva la restitución
inmediata del orden constitucional en Honduras, y otorguen vigencia al
principio de acción que nos legara José Martí cuando dijo: “Haga cada
uno su parte de deber, y nada podrá vencernos.”
# Los gobiernos del ALBA nos declaramos en sesión permanente de
consulta, con todos los gobiernos del continente, para evaluar otras
acciones conjuntas que permitan acompañar al pueblo hondureño en el
restablecimiento de la legalidad y la restitución del Presidente
Manuel Zelaya Rosales.
#
A doscientos años de la gesta histórica que nuestros pueblos
desarrollaron a lo largo y ancho de nuestro continente, siguiendo el
ejemplo eterno del General de hombres libres Augusto Cesar Sandino, de
Francisco Morazan y fieles a la palabra de El Libertador Simon
Bolivar, albergamos junto al pueblo del Honduras y a los pueblos del
mundo, la seguridad de la victoria, pues “todos los pueblos del mundo
que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos”.
Managua 29 de Junio de 2009
Consejo Presidencial de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América