Dicen, y no con cierta razón, que los mexicanos estamos perdiendo la capacidad de asombro; en efecto: asistimos ya sin mayor sorpresa a la absurda guerra contra el crimen organizado que ha dejado un saldo de más de 27 mil conciudadanos asesinados, que aumentan a 106 los periodistas asesinados de 1983 a la fecha, 40 de ellos en la actual administración federal -uno por mes-, con el último colega masacrado, Miguel Ángel Bueno Méndez.
A pesar de ello, el encargado de la política interior del régimen calderonista, Fernando Gómez Mont, sin mayor trámite, afirma que los periodistas son los culpables de la violencia imperante y a las comisiones nacionales, estatales y demás defensores de los derechos humanos les endilga el ominoso epíteto de “tontos inútiles”.
Todo esto podríamos ubicarlo en el terreno de lo insólito, sin embargo para vergüenza de todos se está convirtiendo en México en acontecer cotidiano. No se entiende que sólo la prestigiada revista Proceso, la Comisión Especial de Seguimiento a las Agresiones a Periodistas y Medios de Comunicación de la Cámara de Diputados, que preside la legisladora federal. María Yolanda Valencia Vales y un sitio de internet yucateco: www.mayab.com hayan dado cuento del nuevo crimen contra un comunicador.
En Huixquilucan, Estado de México, nos informan, fue “levantado” y ejecutado el reportero Miguel Ángel Bueno Méndez del diario “Nuestro Distrito”, junto a dos hombres más, de los cuales uno logró salvar la vida. El cuerpo del periodista fue encontrado en el camino nuevo a Huixquilucan, en la colonia Canteras, en los límites con el municipio de Naucalpan, dentro de un vehículo Ford Ghia, con placas de circulación MMS 2207.
Según informes policiales, un grupo armado “levantó” a tres hombres, uno de ellos, el reportero, quien al oponer resistencia fue herido de un balazo y obligado a subir a la camioneta, donde, más tarde, fue encontrado sin vida. La víctima presentaba un impacto de bala de grueso calibre en la cabeza.
La policía estatal reportó que un segundo hombre con el tiro de gracia e identificado como Román Angulo, de 35 años de edad, fue encontrado en el acotamiento de la carretera San Cristóbal-San José. El tercer hombre fue abandonado en la misma vía, lesionado por un impacto de bala en el abdomen y severamente golpeado; fue traslado por paramédicos locales a un hospital regional. La víctima Eladio Montoya, de 26 años de edad, logró sobrevivir, pues sus captores lo habían dado por muerto.
Tarde, pero al fin respondió al agravio la Comisión Nacional de Derechos Humanos, CNDH, que preside Raúl Plascencia, que la víspera al igual que las organizaciones afines, fueron calificadas por el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont de “ser tontos útiles de una delincuencia a la que le sirve deslegitimar, destituir, perseguir, contener, condicionar, debilitar, la acción de la autoridad”.
En un comunicado, la CNDH afirma que su compromiso es con las víctimas del delito, que con frecuencia padecen los efectos de la delincuencia y además, la indolencia de servidores públicos que les niegan atención y apoyo, por lo que calificó de lamentables las declaraciones del encargado del despacho de Gobernación, misma que no contribuyen al respeto institucional
Nosotros, por nuestra parte, negamos ser los responsables de la violencia imperante en el país, y pese a las amenazas oficiales, el periodismo seguirá cumpliendo con su deber que se traduce en el cumplimiento estricto para que el pueblo a esté bien y oportunamente bien informado.