Sergio Ferrari, desde Túnez
El Foro Social Mundial (FSM) cerró su novena edición centralizada este sábado 30 de marzo en la capital tunecina con un balance cuantificable significativo. Más de 50 mil participantes; casi mil actividades de todo tipo; una manifestación de apertura el martes 26 que reunió a 25 mil personas y una concurrida marcha de clausura en solidaridad con el pueblo palestino. “Un foro muy positivo” según el análisis del historiador y militante social belga Eric Toussaint, coordinador del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), una de las organizaciones que integran el Consejo Internacional del FSM desde sus inicios.
Pregunta: ¿Cuáles han sido los aspectos más importantes de esta nueva edición del FSM?
Eric Toussaint: Se dio una fuerte participación tunecina en muchas de las actividades. Lo vimos, por ejemplo, en los talleres y actividades que analizaron el tema de la deuda. También en la Asamblea de los Movimientos Sociales del viernes 29. Fue evidente el gran interés de la juventud y de los movimientos sociales a favor de esta iniciativa. Esto constituye un aspecto muy positivo de nuestro balance.
P: ¿Significa que el FSM en tanto espacio sale fortalecido de esta convocatoria en el Magreb?
R: Sin duda alguna. El FSM vive una cierta crisis desde hace algunos años. En particular el Consejo Internacional, en tanto instancia facilitadora, enfrenta dificultades enormes para encontrar una nueva dinámica…Y al mismo tiempo, el Foro Social, de manera incontestable, se mantiene como el único lugar y marco mundial donde se encuentran los movimientos sociales. Y en ese sentido, en la ausencia de otra alternativa, el FSM sigue siendo muy importante. Dado que la sociedad tunecina y de la región estén activamente movilizadas, aportó una bocanada de aire fresco y renovación a este espacio internacional. El Foro Social al entrar en contacto con una sociedad en movimiento, en ebullición, produce una reacción química, una interacción sumamente interesante y lo hemos comprobado en esta edición.
P: Según su balance, el hecho de convocar al FSM en un país y en una región en ebullición, podría servir también de cara al futuro como un antídoto contra todo riesgo de institucionalización de este espacio mundial…
R: En efecto. Podríamos imaginar una próxima edición del FSM en Egipto si un grupo de organizaciones de ese país desearían recibirlo. Ya que Egipto vive una situación totalmente eléctrica con un movimiento sindical proporcionalmente más fuerte en el sector industrial que en Túnez y con un campesinado muy golpeado por las políticas neoliberales del Banco Mundial y la privatización de las tierras. Pero podrían darse explosiones sociales en otras partes del mundo y serían imaginables escenarios diversos.
P: ¿Cómo desbloquear las dificultades y la cierta parálisis que confronta el Consejo Internacional del FSM?
R: No tengo soluciones. Constato que una serie de fuerzas que integran el Consejo desean continuar jugando ese rol. Lo que Túnez nos enseña es que en un cierto momento hay que liberar el terreno y dejar espacio a nuevas fuerzas. Nosotros en tanto CADTM continuamos siendo miembros del Consejo Internacional y sabemos que hay actores dentro muy interesantes y dinámicos con quienes colaboramos estrechamente. Pero vemos también que hay una serie de fuerzas muy institucionalizadas que gestionan la *marca* del Foro Social Mundial según sus intereses.
P: A pesar de todo, su idea es que hay que seguir fortaleciéndolo…
R: Sin duda. El FSM es un espacio útil. Se ve que, como sucedió aquí, hay una dinámica muy positiva que se desarrolla independientemente de los problemas funcionales.
P: ¿En el marco de este balance optimista, cuáles ha sido los elementos negativos que resultan de esta edición?
R: Entre las organizaciones que instalaron sus stands estaba la USAID que es el organismo de cooperación de los Estados Unidos presente en todas las operaciones de desestabilización en el planeta entero. Es un instrumento de prolongación de la política internacional norteamericana. Por lo tanto esta organización no tiene nada que hacer en el Foro. Es un elemento preocupante ya que implica incluso una violación de la Carta de Principios del 2001. Comprendo por lo tanto a aquellos participantes que fueron a exigir a esta organización de salir del perímetro del campus universitario El Manar donde se realizó el Foro.
Vimos también – de igual manera a lo que sucedió en la edición anterior del 2011 de Dakar-, que la monarquía marroquí envió un centenar de personas pagadas bajo la cobertura de pertenecer a organizaciones no gubernamentales sociales. Una parte de ellos son policías que vinieron a impedir que se exprese en este espacio el derecho a un Estado independiente saharaui…Lo vimos en Dakar, se lo vio el viernes 29 en la asamblea de los movimientos sociales…Elementos provocadores ligados al régimen marroquí que vienieron a tomar por asalto la tribuna, y trataron de impedir que en la declaración de los Movimientos Sociales se haga referencia a esa solidaridad necesaria. Ese también ha sido un aspecto negativo, aunque no es responsabilidad del FSM. Hay que encontrar los medios para proteger en particular a los militantes sociales marroquíes que tienen el coraje de defender el derecho democrático a la soberanía nacional.
Image: Bernard Borel[es]
Sergio Ferrari, desde Túnez
El Foro Social Mundial (FSM) cerró su novena edición centralizada este sábado 30 de marzo en la capital tunecina con un balance cuantificable significativo. Más de 50 mil participantes; casi mil actividades de todo tipo; una manifestación de apertura el martes 26 que reunió a 25 mil personas y una concurrida marcha de clausura en solidaridad con el pueblo palestino. “Un foro muy positivo” según el análisis del historiador y militante social belga Eric Toussaint, coordinador del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), una de las organizaciones que integran el Consejo Internacional del FSM desde sus inicios.
Pregunta: ¿Cuáles han sido los aspectos más importantes de esta nueva edición del FSM?
Eric Toussaint: Se dio una fuerte participación tunecina en muchas de las actividades. Lo vimos, por ejemplo, en los talleres y actividades que analizaron el tema de la deuda. También en la Asamblea de los Movimientos Sociales del viernes 29. Fue evidente el gran interés de la juventud y de los movimientos sociales a favor de esta iniciativa. Esto constituye un aspecto muy positivo de nuestro balance.
P: ¿Significa que el FSM en tanto espacio sale fortalecido de esta convocatoria en el Magreb?
R: Sin duda alguna. El FSM vive una cierta crisis desde hace algunos años. En particular el Consejo Internacional, en tanto instancia facilitadora, enfrenta dificultades enormes para encontrar una nueva dinámica…Y al mismo tiempo, el Foro Social, de manera incontestable, se mantiene como el único lugar y marco mundial donde se encuentran los movimientos sociales. Y en ese sentido, en la ausencia de otra alternativa, el FSM sigue siendo muy importante. Dado que la sociedad tunecina y de la región estén activamente movilizadas, aportó una bocanada de aire fresco y renovación a este espacio internacional. El Foro Social al entrar en contacto con una sociedad en movimiento, en ebullición, produce una reacción química, una interacción sumamente interesante y lo hemos comprobado en esta edición.
P: Según su balance, el hecho de convocar al FSM en un país y en una región en ebullición, podría servir también de cara al futuro como un antídoto contra todo riesgo de institucionalización de este espacio mundial…
R: En efecto. Podríamos imaginar una próxima edición del FSM en Egipto si un grupo de organizaciones de ese país desearían recibirlo. Ya que Egipto vive una situación totalmente eléctrica con un movimiento sindical proporcionalmente más fuerte en el sector industrial que en Túnez y con un campesinado muy golpeado por las políticas neoliberales del Banco Mundial y la privatización de las tierras. Pero podrían darse explosiones sociales en otras partes del mundo y serían imaginables escenarios diversos.
P: ¿Cómo desbloquear las dificultades y la cierta parálisis que confronta el Consejo Internacional del FSM?
R: No tengo soluciones. Constato que una serie de fuerzas que integran el Consejo desean continuar jugando ese rol. Lo que Túnez nos enseña es que en un cierto momento hay que liberar el terreno y dejar espacio a nuevas fuerzas. Nosotros en tanto CADTM continuamos siendo miembros del Consejo Internacional y sabemos que hay actores dentro muy interesantes y dinámicos con quienes colaboramos estrechamente. Pero vemos también que hay una serie de fuerzas muy institucionalizadas que gestionan la *marca* del Foro Social Mundial según sus intereses.
P: A pesar de todo, su idea es que hay que seguir fortaleciéndolo…
R: Sin duda. El FSM es un espacio útil. Se ve que, como sucedió aquí, hay una dinámica muy positiva que se desarrolla independientemente de los problemas funcionales.
P: ¿En el marco de este balance optimista, cuáles ha sido los elementos negativos que resultan de esta edición?
R: Entre las organizaciones que instalaron sus stands estaba la USAID que es el organismo de cooperación de los Estados Unidos presente en todas las operaciones de desestabilización en el planeta entero. Es un instrumento de prolongación de la política internacional norteamericana. Por lo tanto esta organización no tiene nada que hacer en el Foro. Es un elemento preocupante ya que implica incluso una violación de la Carta de Principios del 2001. Comprendo por lo tanto a aquellos participantes que fueron a exigir a esta organización de salir del perímetro del campus universitario El Manar donde se realizó el Foro.
Vimos también – de igual manera a lo que sucedió en la edición anterior del 2011 de Dakar-, que la monarquía marroquí envió un centenar de personas pagadas bajo la cobertura de pertenecer a organizaciones no gubernamentales sociales. Una parte de ellos son policías que vinieron a impedir que se exprese en este espacio el derecho a un Estado independiente saharaui…Lo vimos en Dakar, se lo vio el viernes 29 en la asamblea de los movimientos sociales…Elementos provocadores ligados al régimen marroquí que vienieron a tomar por asalto la tribuna, y trataron de impedir que en la declaración de los Movimientos Sociales se haga referencia a esa solidaridad necesaria. Ese también ha sido un aspecto negativo, aunque no es responsabilidad del FSM. Hay que encontrar los medios para proteger en particular a los militantes sociales marroquíes que tienen el coraje de defender el derecho democrático a la soberanía nacional.