Un espacio de la resistencia al capitalismo

Fotografía: María Clauss

Mamadou Diouf, asegura que la cita que tendrá lugar entre el 6 y 11 de febrero en Dakar (Senegal) será una oportunidad para que las organizaciones sociales reflexionen sobre su papel en el desarrollo y planteen nuevas vías para la construcción colectiva de un mundo más justo.

Dakar será el centro de la reflexión y de las aportaciones de las organizaciones sociales a la construcción de ‘otro mundo posible’. ¿Qué espera como coordinador del Foro y representante de la coordinadora de ongs de Senegal?

Necesariamente será el espacio para la resistencia al capitalismo, el imperialismo y toda forma de opresión que contribuye a agravar las diferencias entre países. Pero también será la expresión civil para proponer alternativas democráticas y de defensa de los derechos humanos que hagan posible el sueño irrenunciable de alcanzar los Objetivos del Milenio y lograr ‘otro mundo posible’.

Habla de no renunciar al logro de los Objetivos del Milenio, sin embargo, los datos evidencia un avance tibio en algunas zonas del mundo, especialmente en África, y sin posibilidades de lograr la principal meta de reducir a la mitad el número de personas que pasan hambre en el planeta.
Es cierto. Pero no por ello hay que dejar de seguir trabajando. De ser optimista. De luchar porque se entienda que la educación, la sanidad etc…son derechos y por tanto obligaciones de los estados. Los gobiernos tienen la obligación de garantizar a los ciudadanos estos derechos. Mientras que la educación es un derecho. El analfabetismo es un delito. Según Unicef aún hay 100 millones de niños y niñas en el mundo que no acuden a la escuela en primaria. También es cierto que en la última década la escolarización en África ha aumentado un 8%.

Este Foro mantiene la esencia de los celebrados en Porto Alegre, Bamako o Nairobi pero incluye una línea de trabajo dedicada a la diáspora africana. ¿Qué papel juegan o deben jugar en el presente y futuro del Continente?
Es una evidencia que no es posible el desarrollo de África sin tener en cuenta a la diáspora. Sólo desde la unión se logrará el avance. En clave positiva hay que resaltar que la inmigración supone una oportunidad para la paz, para el conocimiento y la puesta en valor de la diversidad.

Otros ejes son: gobernanza y movimientos sociales. ¿Qué esperan de ellos?
Que los ciudadanos seamos corresponsables. Es decir, hay que favorecer que los ciudadanos tengamos espacios para exigir a los estados el cumplimiento de sus obligaciones. Eso es una buena gobernanza. E hilando con los movimientos sociales, le diré que en África están contribuyendo de manera decisiva al reforzamiento del estado de Derecho. Eso no quita que necesariamente tenemos que reformular y reflexionar sobre nuestro nuevo papel en un mundo globalizado.

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