Esta próxima edición del FSM (13 al 17 de marzo 2018) convocada en una situación brasilera e internacional compleja, “expresa la férrea voluntad de movimientos y organizaciones de no perder su voz y su espacio de resistencia”. Así lo afirma la periodista y militante feminista Rita Freire, promotora de medios de comunicación al servicio de los actores sociales. Fundadora de CIRANDA Internacional, luego del primer FSM del 2001 y promotora del Foro Mundial de Medios Libres. Es ex presidenta del Consejo Tutor de la Empresa Brasil de Comunicación (destituida por el Gobierno Temer) y, actualmente, una de las animadoras responsables del trabajo de información sobre Salvador 2018. Fina analista del proceso iniciado en Porto Alegre, sigue ratificando la imprescindible “necesidad de la unidad en la diversidad ” para aspirar a victorias sociales.
P: El Foro Social Mundial vuelve en 2018 a Brasil, luego de varios años de no realizarse en el país que lo vio nacer. ¿Qué significado tendrá para las organizaciones y movimientos sociales brasileros?
Rita Freire (RF): La vuelta a casa puede facilitar – y ya lo está haciendo- la aproximación de sectores que buscan caminos para incidir y que entienden el complejo momento de adversidad que se vive hoy. Hay que recordar que la secretaría del FSM, que antes facilitaba el funcionamiento del Consejo Internacional, fue trasladada de Brasil a Marruecos y enfrenta dificultades. No podemos olvidar tampoco que la relación del Foro con el Estado brasilero se trabó totalmente con la entrada de un gobierno ilegítimo encabezado por Michel Temer, resultante de un golpe jurídico-parlamentario-mediático. Por eso, hacer un FSM en Brasil, en el marco de estas condiciones, independientemente del tamaño que tenga, es un hecho extraordinario, fruto de una sociedad civil convencida de proteger sus espacios de voz y resistencia. Claro que en el pasado el FSM encontró momentos más favorables para encontrar apoyo nacional e internacional. Pero hay que recordar que este proceso del Foro nació para afirmar principios que tienen particular sentido en momentos de tempestad como ahora. Para las organizaciones de Bahía, tiene un valor particular el deseo de protagonizar un Foro dedicado a la resistencia.
P: La situación latinoamericana vive nuevamente una etapa marcada por la ofensiva conservadora y retrocesos sociales. ¿En qué medida puede aportar el encuentro de Bahía en esta coyuntura tan compleja?
RF: Se viene dando, desde los golpes de Honduras y Paraguay, un consistente proceso de desmantelamiento de las democracias. Por medio de golpes duros o blandos, a través de decisiones jurídicas anómalas, la imposición de reformas sociales antisociales etc. Toda esta realidad será un gran tema de debate en el FSM. Estos retrocesos evidentes en nuestro continente son acompañados por medios de comunicación que criminalizan a la izquierda y a los movimientos sociales. Es necesario formar conciencia social sobre el control de los medios y desconfianza popular hacia la información fácil, impuesta, martillada. No hay inocencia en la producción del odio contra la política y desprecio por la democracia. A nivel de ejemplo, es significativo el desmantelamiento en Argentina, con el gobierno de Macri, de la Ley de Medios que comenzaba a democratizar el sector. En Brasil post-destitución de Dilma Rousseff, el primer acto del nuevo Gobierno fue golpear el modelo participativo de los medios públicos de la Empresa Brasil de Comunicación. Entre información y conciencia hay una estrecha relación. Tan estrecha como la relación entre las violencias políticas de hoy que repiten la narrativa dictatorial del siglo pasado. Esta conexión es también un hecho a ser comprendido, escuchando las voces que traerán esas historias recientes (el caso Maldonado, Milagros Salas, Berta Cáceres) al FSM de Salvador. Estoy convencida que es solo cuestión de tiempo para los movimientos que gritan y se movilizan contra esos retrocesos y violencias. Despreciar esas voces o reprimirlas es un método de patas cortas de la derecha. Salvado será fundamental para la fermentación de esa conciencias y fuerza colectiva.
P: La situación mundial no es mejor que la latinoamericana…
RF: Este FSM se da en tiempos de crecimiento de un conservadurismo cotidiano, expresado en el machismo, el racismo, el sexismo, el desprecio contra la migrantes, la negación de Jerusalén como palestina, el incremento del miedo a lo que podría ser una guerra atómica. Está en juego algo muy esencial para el FSM, el respeto a las voces diversas como factor de transformación. Estará eliminada la posibilidad de las alternativas si los territorios y las culturas donde estas se forman fuesen amenazadas por políticas restrictivas, disputas globales o destrucciones ambientales. Por eso, esas voces, necesitan ocupar la escena de las resistencias mundiales. La edición de Salvador podrá aportar una contribución concreta de los movimientos populares, pueblos tradicionales, organizaciones y redes de mujeres negras, indígenas, quilombolas, LGBT, pobres y deficientes, que se integraron al esfuerzo de convocar el Foro. La identidad afro-brasilera de los movimientos sociales de Bahía le dará a este espacio un contacto perceptible con la resistencia humana, creativa y trasformadora moldeada por la lucha contra el esclavismo. Ya comenzó el diálogo con las organizaciones africanas que se encaminan a Salvador. Las mujeres quieren ser oídas y trabajan para participar en la asamblea mundial que se darán en el marco del FSM. Los jóvenes preparan un gran campamento intercontinental…
P: Justo cuando termina el FSM de Salvador, comenzará en Brasilia el Foro Mundial Alternativo del Agua… ¿Se está logrando conectar las iniciativas de esta naturaleza para que no aparezcan como competiendo entre ellas?
RF: ¡Sí! El Foro Mundial Alternativo del Agua (FAMA) realizará un acto de lanzamiento en el FSM de Salvador, de donde saldrá una delegación rumbo a Brasilia. Debido a la proximidad de las fechas de realización, las agendas están siendo consultadas y complementadas. Es importante que el sitio web oficial del FAMA (http://www.fenae.org.br/portal/fama-2018/) reivindique también al FSM. Tenemos un convencimiento indestructible: las luchas sociales solo se podrán ganar con el esfuerzo y la amplitud de las convergencias, lo que constituye una preocupación común de todos los movimientos y actores sociales. Es la visión presente y la constatación histórica. La movilización contra la Organización Mundial del Comercio que obstaculizó y derrotó la Cumbre de Seattle en 1999, se prolongó luego en las grandes movilizaciones contra el neoliberalismo, que convergieron en el llamado “anti-Davos”, presente en la génesis y el concepto mismo del Foro Social Mundial. Es importante señalar que la reciente Cumbre de los Pueblos de diciembre pasado, alternativa a la Conferencia Ministerial de la OMC en Buenos Aires, ratificó en su agenda 2018 la participación activa de sus redes y movimientos en el FSM de Salvador.
P: Comenzamos el diálogo señalando la importancia vital de la información para la formación de una conciencia social. Quisiera terminar en el mismo sentido, preguntándole a la periodista y experta en comunicación: ¿Cómo integrar la reflexión sobre la digitalización, del mundo numérico, en la vida y lucha cotidiana de los movimientos sociales?
RF: Vamos a continuar en Salvador con actividades de la dinámica -que ya existen desde hace cinco ediciones -, del Foro Mundial de Medias Libres (FMML). El último, se realizó en 2016, en Canadá. Pero se han hecho una decena de ediciones regionales o temáticas. Existe una Carta Mundial de Medios Libres y debemos reflexionar sobre el proceso en marcha, para lo cual el FSM 2018 será un espacio privilegiado. Hay temas de enorme actualidad que están sobre la mesa. Y deben ser discutidos juntos con los movimientos y organizaciones sociales. Por ejemplo, la lucha contra la domesticación mediática corporativa; las estrategias para incidir y cambiar sistemas y políticas de comunicación; la creación y promoción de recursos alternativos. Eso obliga entender los mecanismos de filtro de Internet, ya que la protección de datos personales es absolutamente vulnerable. Se trata de defender principios -que incluso se transformaron en leyes en algunos países- para garantizar la neutralidad de la red y la privacidad, lo que está siendo demolido desde Estados Unidos en los últimos meses. La cuarta revolución industrial es un debate que va desde los medios libres a los movimientos sindicales en el FSM. Es preciso debatir sobre la dimensión política de las tecnologías para que estén al servicio de nosotros y no para controlarnos.
P: Una reflexión final…
RF: Insistir en algo esencial. Esta edición de Salvador convocada con poco tiempo, escasos recursos -apenas el gran apoyo de la Universidad Federal y del Estado de Bahía- y en una situación nacional e internacional compleja, cuenta con la fuerza, convicción y entusiasmo de los convocantes. Pensamos que este FSM es posible y necesario. Y para muchas organizaciones y movimientos que la organizan dejar de abrir el espacio del FSM a la resistencia, sería abdicar de lo que afirmamos en el 2001 en Porto Alegre.
Sergio Ferrari, en colaboración con E-CHANGER y la FEDEVACO / Suiza