El último ataque israelí a un refugio de la ONU ha colmado la paciencia de Pierre Krähenbühl, comisionado general de la UNRWA. Este es el comunicado que ha hecho público esta mañana:
“La noche pasada, murieron niños cuando dormían junto a sus padres sobre el suelo de un aula en una refugio de la ONU en Gaza. Niños muertos mientras dormían. Esto es una afrenta para todos nosotros, una fuente de vergüenza para todo el mundo. Hoy el mundo soporta su vergüenza.
Hemos visitado el lugar y reunido las pruebas. Hemos analizado fragmentos, examinado los cráteres y otros daños. Nuestra valoración inicial es que la artillería israelí atacó la escuela en la que 3.300 personas habían buscado refugio. Creemos que hubo tres impactos. Es demasiado pronto para dar una cifra confirmada de muertes. Pero sabemos que habrá muchas muertes de civiles y heridos, incluidos mujeres, niños y el vigilante de la UNRWA que intentaba proteger el local. Son gente que recibió la orden del Ejército israelí de abandonar sus casas.
La localización precisa de la Escuela Básica de Niñas de Yabalia y el hecho de que albergaba a miles de desplazados había sido comunicada al Ejército israelí en 17 ocasiones para asegurar su protección. La última fue a las nueve menos diez de la noche pasada, sólo horas antes del bombardeo fatal.
Condeno en los términos más estrictos esta grave violación del derecho internacional por las fuerzas israelíes.
Esta es la sexta ocasión en que una de nuestras escuelas ha sido atacada. Ha habido muertos entre nuestro personal, las mismas personas que dirigen la respuesta humanitaria. Nuestros refugios están abarrotados. Decenas de miles de personas pueden quedar tirados en las calles de Gaza sin comida, agua y refugio si continúan los ataques contra estas zonas.
Ya no basta sólo con limitarnos a la acción humanitaria. Ha llegado el momento de exigir responsabilidades. Hago un llamamiento a la comunidad internacional para que tome medidas políticas que pongan fin de inmediato a esta constante carnicería.”