En la discusión sobre el futuro del Foro Social Mundial hay básicamente 2 visiones y propuestas. El primero, que ha guiado el FSM hasta ahora, es un proceso, un espacio abierto, donde las organizaciones y movimientos sociales se encuentran, articulan, denuncian y lanzan iniciativas, acciones, campañas e ideas para Otro Mundo Posible. El protagonismo corresponde a las organizaciones sociales que se articulan de manera autónoma, respetando la diversidad y la libertad de cada uno para elegir sus luchas y sus socios. La voz, manifestaciones, declaraciones e iniciativas pertenecen a las organizaciones y sus líderes.
El Consejo Internacional no representa a las organizaciones y tiene la tarea de organizar logísticamente el proceso, impulsar el proceso y la realización de foros mundiales y foros temáticos y regionales. El Consejo Internacional no habla en nombre del FSM aunque todos sus miembros pueden colocarse personalmente como asesores, como lo han hecho en muchas ocasiones, apoyando declaraciones e iniciativas. Ninguna organización y ningún sujeto tiene prioridad sobre los demás. Todos son libres de realizar sus actividades. Para ganar fuerza y escala política, las organizaciones han promovido eventos de convergencia y se reúnen en forma de asambleas que toman iniciativas y posiciones políticas, siempre en nombre de sus miembros.
La otra visión es tener, escoger, elegir un grupo, el propio Consejo o un comité, que represente pública y políticamente al FSM, hablando, haciendo declaraciones y tomando iniciativas en nombre del FSM. El FSM se convertiría en una organización con estructura de mando. Así, para los partidarios de esta idea, y sólo así, el FSM se convertiría en un sujeto político global. Este grupo utilizaría el consenso o la mayoría expresiva de los participantes del FSM para hacer sus declaraciones y lanzar iniciativas, siempre en nombre del FSM. Para los partidarios de esta idea, el FSM actual no hace política, y en este otro formato el FSM pasaría a hacer política. Para los partidarios de esta propuesta, el FSM se volvió irrelevante por el modelo actual y su Carta de Principios, lo que en parte explicaría el crecimiento de la derecha en varias partes del mundo.
Creo que el desafío por delante es elegir entre estos dos modelos de estructuración del FSM. Esta elección es fundamental y urgente. Me parece que este es esencialmente el debate actual. Espero que un debate político de alto nivel, con respeto y consideración por las personas y sus ideas, pueda conducirnos en la dirección correcta.