Pedro Rioseco, Prensa Latina – Las enriquecedoras ponencias de prestigiosos representantes de la izquierda regional en el Tercer Seminario América Latina en Disputa, recién concluido en la ciudad de Santa Cruz, marcaron muchas coincidencias pero también respuestas aún pendientes.
Un contundente rechazo a la teoría del fin del ciclo progresista fue unánime en este evento, auspiciado por la organización social boliviana Azules del Oriente, la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, la Central Obrera Departamental y el Ministerio de Gobierno.
Muchos de los ponentes participaron también en La Habana en el último encuentro del Foro de Sao Paulo, y reiteraron en esta ocasión posiciones comunes sobre la necesaria unidad de las fuerzas progresistas, el trabajo político con los jóvenes y las redes sociales.
Cifras contundentes reforzaron la afirmación de que el poder mediático concentrado en América Latina coloca en una clara desventaja a cualquier proceso soberano que confronte con los intereses de Estados Unidos en nuestra región.
Y también la aseveración de que nunca fue más imperial Estados Unidos que cuando se convirtió en zar de Internet y nos impuso un modelo de conectividad dependiente del mercado y la depredación ecológica, que codifica las relaciones humanas en datos y por tanto en valor.
A pesar de que el 28 por ciento de los latinoamericanos aún viven en condición de exclusión social, la cantidad de usuarios de Internet se ha triplicado en los últimos cinco años y nueve de cada 10 poseen hoy un teléfono móvil.
Es conocida la abrumadora desproporción existente entre los medios privados que responden a la estrategia de restaurar el capitalismo neoliberal y los medios alternativos que defienden las posiciones progresistas y a los gobiernos que impulsan el necesario cambio social.
Esta realidad reconocida por todos no tiene, sin embargo, una respuesta que establezca la necesidad de apoyar y fortalecer esos medios alternativos, nacionales e internacionales, y coordinar una estrategia comunicativa activa y no sólo para responder sus ataques.
Los movimientos sociales siguen siendo el motor impulsor de cambios sociales, pero ¿cómo se informan sus integrantes de lo que realmente sucede en sus países, y cuánto aprovechamos el que casi todos tengan celulares para hacerles llegar contenidos que ayuden a sus luchas?.
Se habló varias veces de la memoria corta de los pueblos, de que los jóvenes dan derechos como adquiridos sin saber que costó años de lucha conquistarlos, de la falta de un trabajo político puerta a puerta y de una permanente labor de formación ideológica de los cuadros.
Destacaron ponentes el triunfo de Morena en México con un trabajo de base pese a la adversa campaña mediática y condenaron el silencio de medios al atentado contra el presidente venezolano Nicolás Maduro, y al recrudecimiento del bloqueo a Cuba por más de medio siglo.
Hará 60 años en enero próximo cuando unos 300 periodistas de todo el mundo recomendaron en La Habana al comandante Fidel Castro la creación de una agencia internacional de noticias para enfrentar la fuerte campaña mediática en contra de la naciente Revolución Cubana.
Seis décadas después el reto ahora es regional y se trata de apoyar y fortalecer a todos los medios progresistas, crear una guerrilla mediática capaz de defender la verdad, y para ello cada minuto que pase sin hacer nada al respecto es tarde y lo aprovechan los enemigos de los pueblos.