En una celda, en la población de Támara, que sirve de asiento a la cárcel para mujeres de Tegucigalpa, nos encontramos con Agustina Flores López, reportera de esta Radio Liberada que fue arteramente agredida, vejada y detenida injustamente desde el pasado 22 de septiembre, acusada de sedición, un delito político, lo que la hace la primera presa política de esta dictadura,
ella, mujer de convicciones, de vocación y familia libertaria plantea con claridad su compromiso, su lucha -que es la nuestra- por la restitución del orden constitucional, de su familia, de la cárcel, de su trabajo ahi como educadora, de la libertad, necesaria, justa, digna que merece, tanto ella como las y los demás presos políticos de la dictadura.