El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, aseguró este martes al gobernante de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que respetará la embajada brasileña en Tegucigalpa, que aloja desde el lunes al legítimo mandatario hondureño, Manuel Zelaya, siempre que cumpla con algunas peticiones.
“Le digo públicamente al presidente Lula da Silva: nosotros vamos a respetar su sede, porque ésa es tierra del Brasil y la vamos a respetar, siempre y cuando ellos contesten a nuestras peticiones”, expresó Micheletti en declaraciones a la prensa.
El gobernante inconstitucional de Honduras, dijo, en una especie de ultimátum a Brasilia, que Zelaya tiene procesos judiciales abiertos y que, o Brasil le otorga asilo, o lo entrega a las autoridades.
“Ese señor Zelaya tiene procesos incoados aquí en Honduras y lo conveniente sería: o le dan asilo ellos en su país o lo entregan a las autoridades”, emplazó.
Al se consultado sobre si hará algo en lo inmediato en relación a la embajada brasileña, respondió: “No, nada, tenemos mucha reflexión sobre el tema”.
Micheletti también calificó de “correcto” el que Lula haya pedido a Zelaya que no dé argumentos para que la embajada sea invadida por las fuerzas de seguridad hondureñas para detenerlo, luego de reprimir este martes a cientos de civiles que se encontraban desde el lunes en los alrededores del edificio.
Durante una rueda de prensa desde Nueva York, donde asiste a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el presidente brasileño dijo este martes que pidió a Zelaya que se mantenga tranquilo y no dé argumentos a las autoridades golpistas para incurrir en una violación de la sede diplomática brasileña en Tegucigalpa.
Lula informó a los periodistas que habló esta mañana telefónicamente con Zelaya, al que aseguró la protección dentro de la embajada de su país, donde el lunes arribó después de varios de días de un periplo secreto.
De igual forma, en sus declaraciones a la prensa, Lula advirtió al gobierno de facto que respeten la inmunidad de la embajada. “Nosotros esperamos que los golpistas no entren a la embajada brasileña”, enfatizó.
El mandatario brasileño aclaró que su país no tiene pretenciones de ser mediador del conflicto, pues ese rol le corresponde a la Organización de Estados Americanos (OEA), representada por el secretario general, José Miguel Insulza y recordó que su canciller Celso Amorim está en permanente contacto.
“Celso Amorim ya habló con Insulza para ver si la OEA va para allá para tratar de ayudar (…) el negociador es el jefe de la OEA, él se tiene que sentar en la mesa de negociaciones y negociar”, anunció Lula.
En tanto, el viceministro hondureño de Seguridad de facto, Mario Perdomo, ha reiterado a la prensa que siguen vigentes las órdenes de captura contra Zelaya a quien acusan de haber incurrido de varios delitos políticos y comunes.
En una entrevista concedida en la madrugada de este martes desde la sede diplomática brasileña, Zelaya llamó la atención sobre el hecho de que tras varios años de gobierno no se le había imputado ningún crímen, algo que casualmente sólo ocurrió luego que lo derrocaran y expulsaran por la fuerza el pasado 28 de junio