Señores de la comunidad internacional, manifestar preocupación por lo que pasa en Honduras es una condena de muerte para el presidente Zelaya, hay que actuar de inmediato
A todas luces el gobierno de facto en Honduras no tiene límites de ninguna índole. Lo que le falta en escrúpulos le sobra en sangre fría y cinismo. Bajo la asesoría y apoyo logístico de grupos sionistas, ha desplegado en Honduras tácticas de tortura y muerte que hasta ahora solo habían utilizado contra el pueblo palestino. El ingrediente adicional, aquí lo usan contra el presidente legitimo del país.
El presidente Zelaya ha presentado una denuncia, con pruebas inescrutables de las agresiones recibidas desde su regreso a Honduras. A medida pasan las horas, los golpistas se atreven a más. Hoy parecen entender que la comunidad internacional es demasiado timorata para garantizar la seguridad de ningún país miembro.
Desde el principio la comunidad internacional le ha dado un velado respaldo al régimen fascista al pretender pasar por alto todos los elementos jurídicos que un golpe de estado lleva implícitos. Además, existe una cierta hipocresía en muchos países que no han dicho ni una sola palabra sobre la brutal represión desplegada por los tiranos contra el indefenso pero valiente pueblo hondureño.
Aquí se han cometido crímenes de todo tipo durante 90 días; la comunidad internacional ha adoptado resoluciones que hasta la fecha no sirven para nada. Se siguen sumando los muertos, los desaparecidos, los heridos, el latrocinio y el despilfarro; ante esto, la comunidad se remite al silencio total.
Ahora el presidente Zelaya se encuentra en una embajada brasileña, que permanece bajo sitio de las fuerzas fascistas, mientras el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llama a las partes “a evitar acciones que provoquen una escalada en la violencia”. ¿No suena esto ridículo? ¿En que mundo viven estos “repartidores de justicia? ¿O es que en realidad la mayoría de los miembros del Consejo apoyan el golpe de estado?
Hoy todo el día la embajada ha estado bajo ataque; esta rodeada por al menos un batallón de soldados; los sionistas multiplican sus tácticas de guerra contra los que ocupan la instalación, incluso rocían a los ocupantes con venenos prohibidos en todo el mundo civilizado. Mientras ellos envenenan al presidente y sus acompañantes, este honorable consejo nos pide que mantengamos la calma. Pregunto de nuevo ¿No suena esto ridículo? ¿O es que la complicidad con el magnicidio es una opción aceptable para la comunidad?
Antes nos habíamos preguntado para querían ganar tiempo los golpistas; hoy la incógnita parece despejarse. El tiempo que la comunidad esta dispuesta a darle al imperio para que la dictadura asesine al presidente Zelaya, y borre del mapa todo signo de oposición verdadera. Después, será mas fácil volver a lo de siempre; el vetusto bipartidismo que nos sojuzga desde los albores del siglo veinte.
Estas advertencias del consejo de “inseguridad” nos hacen pensar que este órgano pretende hacer ver la situación hondureña como un enfrentamiento entre dos partes en igualdad de condiciones de beligerancia. No parecen percatarse de que hasta la fecha no hay un solo muerto entre los militares y eso se debe a la especifica voluntad del presidente de la república de mantener una lucha pacifica.
Parece tibia la posición brasileña frente la inminente violación de su integridad de su territorio; y frente a la agresión indiscutible a la que esta sometida su legación diplomática en Tegucigalpa. Bueno las agresiones ya llevadas a cabo, son motivos suficientes para adoptar una posición mucho más enérgica.
Hace varios días hemos hecho denuncias sobre las claras intenciones de los fascistas de asesinar al presidente Zelaya. Será posible que se le haya dado un espaldarazo a su decisión de entrar de regreso a Honduras y ahora lo dejen a su suerte. Y no es que estemos evadiendo nuestra responsabilidad como pueblo; pero, a juzgar por los hechos, la derecha es mucho más contundente en su solidaridad.
Sin lugar a dudas no podemos dejar esto sin señalar. El desenlace de esto, como dice el comandante Fidel en su reflexión “allí se engendra una revolución”, pasa por la calidad de respuesta de las Naciones Unidas. Partiendo de esto podemos presumir que el desenlace será trágico para el presidente Zelaya y para el pueblo hondureño.
Bastaría con que acompañaran estas burdas condenas o expresiones de preocupación con medidas económicas fuertes contra los golpistas para frenar el ímpetu con que nos atacan. ¿O es que no se preguntan como un país como Honduras puede mantener una movilización militar de esta envergadura por 90 días? ¿De donde esta saliendo el dinero que soporta toda esta logística? ¿Cómo puede el gobierno de facto acceder a armamento convencional y de alta tecnología?
Pero esto depende del imperio. El imperio controla el factor económico, el imperio sabe de los mercenarios judíos y el armamento, el imperio controla el flujo de dinero para mantener la represión en creciente actividad; el imperio tiene medios “subterráneos” para apoyar el golpe sin salir manchado. También tiene a Oscar Arias para mantener entretenido al público con la payasada de San José.
Se me ocurre que los países del ALBA son los únicos con la moral suficiente para apoyar la causa de nuestra lucha. Si los países del ALBA no toman un papel mas activo, nuestro movimiento será entregado en sacrificio a la voracidad de la derecha internacional. Además como pueblo no confiamos en nadie mas para tomar nuestra bandera como suya.
Así las cosas, está claro que seguir emitiendo comunicados solo nos llevara a la ejecución de Zelaya y el sacrificio de nuestra lucha. Si el gobierno brasileño, espera que esto sea lo que suceda, entonces, bien puede entregar de una vez al presidente Zelaya a las jaurías hambrientas de la dictadura.
Por favor, dejen de expresar preocupaciones por nosotros porque suenan a condolencias!
La solidaridad de los pueblos esta activa, y es firme. Los gobiernos no tanto, ojalá eso cambie algún día, por el bien de la humanidad!
Hermanos del ALBA seguimos contando con ustedes!!
Ricardo Arturo Salgado
Investigador Social
25/septiembre/2009