Entre lo días 17 y 23 de septiembre, Amarc ALC llevo acabo la segunda misión de trabajo a Honduras. El objetivo de la visita fue conocer la situación de la libertad de expresión de las radios comunitarias luego de mas de 80 días del golpe de estado cívico – militar que depuso al presidente José Manuel Zelaya y que ha significado un severo retroceso en materia de libertades públicas.
En el reporte de la primera misión realizada por Amarc ALC, (entre el 2 – 5 de agosto 2009), destacamos que: “Existe gran concentración de medios de comunicación en el país y este factor es determinante en el cerco informativo sobre las acciones represivas en contra de los sectores opositores”. Concluíamos que la colusión entre los grandes medios, empresarios y el régimen de facto ha sido clave en la censura y cerco informativo que se levantan en torno a las violaciones a los derechos humanos”.
LAS RADIOS COMUNITARIAS EN HONDURAS
En Honduras existen numerosas estaciones de radios comunitarias, pero la legislación del país no las reconoce como actores sociales en comunicación. La legislación solo reconoce a los actores privados y estatales como concesionarios de bandas sonoras. Concesionar una emisora en Honduras requiere que el solicitante demuestre solvencia económica ante la autoridad.
A pesar de ese cuadro, las radios comunitarias existen y han sido un actor clave para frenar el cerco mediático impuesto por el régimen de facto, circular información en alianza con otros medios comerciales opositores de radio TV y prensa escrita; como radio Globo, canal 36, el libertador, radio progreso.
Las Radios comunitarias son organizaciones que forman parte del sector asociativo de Honduras: Los Garifunas, el pueblo indígena Lenca, maestros, campesinos, trabajadores y ciudadanos.
Son actores involucrados en la defensa de la libre expresión, que sufren a diario la violación del estado de derecho por parte de las actuales autoridades; cortes de luz, amenazas de cierre a las radios, detenciones arbitrarias, entre otras.
EL REGRESO DEL PRESIDENTE ZELAYA A HONDURAS
En ese contexto, el retorno al país del Presidente Zelaya el lunes 21 de septiembre endureció aun más la represión.
Desde el primer día del golpe de estado las manifestaciones de opositores en las calles no han cesado. Las nuevas autoridades han intentado mantener a los medios comunitarios, opositores y prensa internacional al margen de los acontecimientos. Durante los días que duro esta visita, pudimos constatar los abusos de las fuerzas policiales contra la población civil apostada ante la sede de la embajada de Brasil en Tegucigalpa, las detenciones arbitrarias por agentes encubiertos en los barrios populares y universidades.
Como informara la presidenta del Cofadeh, Coordinadora General del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras, Bertha Olivas, la comunidad nacional e internacional esta privada de información, ni siquiera se conoce el real número de heridos y personas detenidas como consecuencia de las operaciones militares llevadas a cabo desde el 28 de junio del 2009
Este endurecimiento de las medidas se expreso a través del decreto CM- M-016- 2009 que restringió las garantías constitucionales relacionadas con la libre circulación, de asociación, de expresión y de reunión. Se establece que las Fuerzas Armadas participarán en operativos “para mantener el orden y la seguridad de la República” y para sacar del aire a medios audiovisuales de comunicación. Por último las autoridades de facto aplicaron el toque de queda en todo el territorio nacional ordenando la detención de toda persona que circule fuera del horario establecido. Fue este decreto el que permitió el cierre e incautación de los equipos de transmisión de Radio Globo y Canal 36, ambos de oposición.
Es ese mismo decreto, el que permite amenazas y abusos por parte de poderes locales y militares a diversas radios comunitarias que transmiten fuera de Tegucigalpa.
Otra de las permanentes formas de abuso contra los medios de comunicación opositores y las radios comunitarias son los cortes de luz generalizados que les impide transmitir. Las radios comunitarias en Honduras son financieramente precarias y carecen de equipamiento de emergencia para funcionar sin energía eléctrica.
También constatamos que en Honduras no existe la libertad de expresión para dar cuenta de los hechos del día a día, para criticar a las autoridades de facto, ni para condenar el golpe de estado.
Por último, la grave situación que vive Honduras no ha mejorado a pesar de la sistemática condena de la comunidad internacional. Por el contrario, las penas y sanciones son mas duras contra opositores, defensores de derechos humanos, periodistas y medios de comunicación.
El tiempo sigue pasando y se afianza un proceso electoral que no ofrece garantías democráticas de transparencia y nos preguntamos ¿cómo se puede realizar una campaña electoral cuando no existe libertad de organización y expresión? …
Ningún golpe de estado puede quedar en la impunidad. Es peligroso para el proceso democrático de la región.
María Pía Matta Cerna
Presidenta Amarc ALC
Septiembre 2009