En esta conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) hace un llamado a reflexionar sobre el contexto de violencias y peligros que enfrenta el periodismo en el mundo; y a considerar que hoy, ante la pandemia por el nuevo coronavirus SARS CoV2, los riesgos a la salud y seguridad de quienes están en la primera línea de la cobertura informativa, se han recrudecido.
Ante la mayor crisis sanitaria y económica de los últimos años, el periodismo constituye un servicio esencial para una sociedad que demanda, más que nunca, información confiable y verificada para no ser avasallada por noticias falsas.
En su empeño por informar y ganar la confianza de sus audiencias, generar debate público y rendición de cuentas sobre la pandemia, decenas de periodistas de distintos países han expuesto su salud, sufrido detenciones arbitrarias, agresiones físicas, acoso, arrestos, censura, ataques digitales y hasta han perdido la vida por contagio del covid-19 durante su cubrimiento.
Las mujeres periodistas, que generalmente sufren doble o triple riesgo en el ejercicio de su profesión, hoy quedan más expuestas a todo tipo de violencias como la física, económica, sicológica y digital.
La emergencia sanitaria no sólo ha puesto en riesgo la salud, la vida y la función de los y las periodistas, también está impactando en la seguridad laboral y precariedad salarial, cierres de medios y despidos masivos de personal. El aumento en las audiencias no se ve reflejado en los ingresos de los medios de comunicación que buscan sobrevivir a la caída de los ingresos por publicidad.
En el contexto de violencia, asesinatos, represión, criminalización, detenciones arbitrarias, precarización, acosos, censura, bloqueos y ataques digitales que prevalecen en el mundo contra periodistas, también son preocupantes la estigmatización y los ataques en línea contra reporteros/as críticos/as y medios de comunicación independientes por parte de gobernantes populistas que buscan censurar y restar valor al periodismo.
Ante la crisis, hoy más que nunca, las violencias y las desigualdades de género en los medios de comunicación podrían profundizarse e incluso perder algunos de los avances alcanzados en esta materia.
Este 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, llamamos a:
– Los Estados a garantizar un entorno seguro para el desarrollo profesional de las y los periodistas, y a considerar el impacto diferenciado de la pandemia en la vida de las mujeres y los hombres.
– A los medios de comunicación a dotar del equipo de protección personal a periodistas para preservar su salud y su vida.
– Fortalecer los mecanismos de prevención de la violencia y protección de periodistas así como políticas para procurar justicia en los delitos cometidos contra comunicadores/as, con una perspectiva de género.
– Combatir la impunidad en ataques a periodistas y a la libertad de expresión.
– Detener la estigmatización y acoso masivo en línea contra periodistas y medios de comunicación.
– Parar despidos de periodistas y cierre de medios de comunicación públicos y privados.
– Dar mayor impulso al periodismo feminista, crítico y de investigación.
– Poner alto al acoso y hostigamiento sexual en las salas de redacción.
– Romper el techo de cristal y la brecha salarial.
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