Cuando la caravana de la libertad de 1961 viajó por el sur, tenía suficientes motivos para temer en comparación con esta caravana 46 años más tarde.
Los miembros originales de la caravana fueron atacados cuando llegaron a Rockville, Carolina del sur por el delito de sentarse juntos, blancos y negros, en autobuses públicos y por el uso de lobbies y baños exclusivos de blancos.
En Anniston, Alabama, al llegar en el día de la madre, se encontraron con una enojada multitud vestida con su mejor ropa del domingo, según la historia escrita por David Lisker en conmemoración del 40 aniversario de la caravana. Los miembros de la caravana decidieron no parar en esa estación pero el autobús se vio forzado a parar a las afueras del pueblo por una pinchadura en las llantas. La multitud que había seguido al autobús desde Anniston, rodeó al bus y un sujeto arrojó una bomba de fuego. Los miembros de la caravana trataron de salir del bus pero se encontraron con las puertas bloqueadas por la gente de afuera. Cuando un tanque de gas exploto, la multitud retrocedió lo suficiente para que los miembros de la caravana escaparan, pero a medida que avanzaban a través del humo eran atacados con tubos de acero y bates de baseball. Según Lisker, fue gracias a que un oficial de la policía disparo al aire que los miembros pudieron escapar.
Las caravanas de la libertad, encierros y palizas continuaron hasta 5 meses después del comienzo de la primera caravana. Luego, la comisión de comercio interestatal y el abogado general Robert Kennedy publicaron una prohibición que imponía la supresión de la segregación en instalaciones públicas interestatales.
En Jackson, Mississipi, realizamos un tour por zonas de histórica agitación en lo referente a los derechos civiles. Mucha de esa historia era desconocida por la gente de New México y Texas, aunque el sabor de sentirse excluido era familiar.
Visitamos Tougaloo College, uno de los pocos lugares en Jackson donde los seguidores de los derechos civiles se podían juntar. De hecho, fue uno de los pocos lugares en los cuales blancos y negros se podían juntar sin ser arrestados, según el guía del tour, Hollis Watkins, fundador y presidente de Southern Echo. El colegio es famoso por el Tougaloo Nine, quien realizo una “lectura” en la biblioteca municipal Jackson, solo de blancos. El colegio fue alguna vez una plantación y la casa principal tiene un balcón que fue utilizado para vender esclavos. Hoy, es un colegio pequeño con una historia llena de orgullo por proveer al estudiantado de un refugio seguro y llevar a cabo un gran movimiento de derechos civiles para oponerse al sistema de apartheid en los Estados Unidos.
Pasamos por los establos de ganado en los cuales los seguidores de los derechos civiles eran hospedados cuando las cárceles estaban llenas. Watkins dijo que generalmente eran transportados en coches con ganado para asegurarse de que no existiera un malentendido sobre el sentido de hospedar gente en los sucios establos de ganado.
Seria confortable pensar que esas cosas ya no suceden en la actualidad en los Estados Unidos. Pero en condiciones similares está el Coliseo de Jackson en donde fueron hospedados los evacuados del huracán Katrina. Al principio, era un numero equitativo de blancos y negros, remarco Watkins. Al cabo de unos días, era principalmente gente negra la que esperaba por alojamiento.
Atravesamos algunas iglesias en las cuales la gente negra fue golpeada por querer asistir a la misa y otras iglesias, que a pesar del peligro, abrieron sus puertas a los seguidores de los derechos civiles.
Pasamos por la estación Greyhound en donde desembarcó la primera caravana que en vez de utilizar la puerta reservada para negros, entró por la puerta principal. El hecho estimulo a los residentes de Jackson a organizar sus propias protestas y muchos terminaron en la cárcel.
Fuimos a la casa de Medgar Evers. Una casa modesta en una subdivisión desarrollada por y para afro-americanos. Ever fue un representante del NAACP, y frecuentemente recibió amenazas de muerte. En mayo del 63, una bomba molotov fue arrojada en su casa; Myhrlie Evers, su mujer, pudo extinguir el fuego. En junio del 63 la violencia fue fatal; Evers fue asesinado al bajar de su coche cuando regresaba a su casa después de una reunión.
Watkins nos llevó a ver una estatua levantada en honor a Evers. Woody Bryant, un joven de Carlsbad, New México, filmó las observaciones de Watkins.
Entre las historias mas inspiracionales se encuentra la del partido de libertad democrática de Mississipi, que desafió las credenciales de “solo blancos” de la delegación oficial del partido democrático. Entre los héroes se encuentra Fanny Lou Hammer, quien estuvo arriesgando su vida al registrar gente para votar y organizando a gente de color en la zona rural de Mississipi.
El discurso de Fanny Lou Hammer en el centro de convenciones fue tan poderoso y atrajo a tantos medios que el presidente Johnson tuvo que llamar a una conferencia de prensa para sacar el interés de los medios en esta mujer que arriesgó su vida para llamar la atención sobre una vergonzosa delegación de “solo blancos”. Revisa el articulo de YES! sobre el partido de libertad democrático en Mississipi.
La sobrina de Fanny Lou Hammer se unió a la caravana de la libertad hoy junto a un grupo de gente de Jackson, Mississipi, y un gran contingente de Southern Echo. Tuve la oportunidad de hablar con ella cuando nos detuvimos en la puerta de Wal-mart para protestar por los bajos sueldos y beneficios para sus trabajadores.