«Si fuera Papa, cerraría el Vaticano y la Curia»[pt]”Se eu fosse o Papa, fecharia o Vaticano e a Cúria”

[es]Eduardo Lallana y Charo García de la Rosa -presidente y
vocal de la ONG soriana “Tierra sin males” han estado visitando São
Félix de Araguaia en el Estado de Mato Grosso, Brasil donde Tierra sin
males está desarrollando un proyecto, financiado por la Diputación
Provincial de Soria, para reducir la desnutrición y mortalidad
infantil.

Allí han convivido y entrevistado a D. Pedro Casaldáliga, dos veces
candidato a Premio Nóbel de la Paz, obispo emérito de São Félix,
místico, poeta, uno de los líderes de la teología de la liberación y
una figura internacional en la defensa de los Derechos Humanos.

P: ¿Cuál sería el lema de tu vida?

R: Relativizar lo que es relativo y absolutizar lo que es absoluto.

P: Y para ti ¿qué es absoluto?

R: Tengo un poemita que dice, “que todo es relativo, menos Dios y el
hambre”.

P: ¿Qué dos o tres frases o pasajes del Evangelio son los que más han
influido en tu vida, los que más has meditado, los que más te han
guiado en tu vida, en todo tu quehacer pastoral?

R: “Dios es amor”, y “de tal modo amó Dios al mundo que le envió su
Hijo no para condenar al mundo sino para salvarlo”.

P: Hablamos de tus guías, de tus maestros espirituales, aquellas
personas que han iluminado tu camino además de esta fuente evangélica.

R: Evidentemente Jesús de Nazareth, Francisco de Assis, Teresa de
Lisieux, Carlos de Foucault, y formadores que he tenido a lo largo de
los estudios eclesiásticos, compañeros del episcopado, aquí en América
Latina.

P: Eres conocido por tu alma de poeta. Si tuvieras que elegir dentro
de la literatura universal ¿cual seria uno o varios de tus poetas
preferidos?

R: San Juan de la Cruz , Antonio Machado

P: Lo tienes muy claro.

R: Clarísimo.

P: ¿Si tuvieras que elegir algún poema?

R: El propio autorretrato de Antonio Machado, La secuencia de Pascua y
otro poema inmortal para mí, el Canto Espiritual de Joan Maragal

P: Somos humanos, estamos hechos de virtudes y defectos. ¿Tu mayor
defecto?

R: La impaciencia.

P: ¿Tu mayor virtud?

R: La esperanza.

P: Según tú, ¿el gran pecado del mundo de hoy?

R: El Capitalismo neoliberal.

P: ¿Y uno de los pecados importantes de la Iglesia santa y pecadora?

R: La falta de capacidad para unirse las iglesias, absolutizando lo
que no es absoluto, y no respondiendo al testamento de Jesús, “que
todo sean uno.”

P: Entrando más en aspectos personales de tu vida, ¿El momento más
triste de tu vida?

R: No sabría decirlo… por eso de relativizar lo que es relativo, el
momento de la muerte de mi padre, de mi madre, muerte de líderes,
militantes, agentes de pastoral. Son momentos tristes, pero como la
esperanza continúa no llega a ser un drama, una tragedia. No creo que
pueda decir que he vivido tristezas mayores.

Relativizar porque la esperanza continúa dando garantía posterior a
todos los fracasos, a todas las decepciones. Yo digo en un lugar de un
diario mío. “Dios es amor, nosotros somos amor, traición y miedo, pero
también esperanza” y esa esperanza resuelve todas las decepciones y
todas las tristezas, todos los fracasos.

P: Por contraste, ¿los momentos más felices de tu vida?

R: Cada vez que veo que una comunidad, un líder que asume su misión,
asume sus causas, cada vez que veo que hay comunidades, personas,
capaces de solidaridad, arriesgando incluso la propia vida. El
testimonio de nuestros mártires.

P: Sabemos que has sido perseguido, amenazado de muerte en varias
ocasiones, ¿cuando realmente temiste por tu vida?

R: Durante la dictadura militar, ha habido bastantes momentos. Con
ocasión de la muerte del padre João Bosco Penido Burnier: la bala iba
para mí. Yo tengo el poder de olvidar lo malo y cuando miro hacia
atrás nunca podía decir, como decía la famosa película, “mirando hacia
atrás con ira “. No. Ese absoluto que es Dios resuelve todos esos
problemas y todas las tristezas y decepciones.

P: Hablando de decepciones, ¿la mayor decepción en tu vida?

R: Mayor ninguna, porque sería una decepción mayor llegar a un túnel
sin salida, pero la salida está siempre por delante. No puedo hablar
de decepciones mayores: políticos amigos que han fallado, proyectos
militantes o pastorales que han fallado, pero lo relativizo.

P: ¿Tus tres mayores deseos?

R: Que se acabe el hambre en el mundo, que se acabe la fabricación de
armas, la carrera armamentista, que se acabe la guerra sobre todo esa
guerra por religión o respaldada por religiones.

P: ¿Tus tres mayores preocupaciones?

R: Que la iglesia, las iglesias, no se unan, que no seamos capaces de
administrar este mundo que daría para todos y tengamos que seguir
viviendo en medio de una humanidad, cuyas dos terceras partes, no
tienen el derecho a vivir. Y en el cada día, los fallos sobre todos
nuestros y de los agentes de pastoral.

P: Mirando para atrás en tu vida, ¿tu mayor error?

R: No haber sido lo bastante comprensivo en muchas ocasiones.

P: ¿De que te arrepientes?

R: De muchas cosas. De todo un poco. Podía haberlo hecho mejor, con
más esperanza incluso, con más sencillez, con mayor generosidad. Yo
recuerdo siempre la frase de aquel santo que decía que cuando se
presentase delante de Dios le pediría: “olvídate de mis buenas obras,
vamos a hablar solo de mis fracasos, de mis pecados que eso tú lo
sabes resolver muy bien, olvídate de mis buenas obras.”

P: Una de tus características más destacadas, ha sido la relación con
los pueblos indígenas. ¿Qué has aprendido en esta experiencia con
ellos?

R: La convivencia con la naturaleza, un cierto sentido de
comunitariedad, relativizar también muchas cosas que nuestra
civilización considera absolutas.

P: ¿Podrías recordar cuándo, cómo y si hubo algún momento especial en
el que hiciste esa opción por los pobres que ha guiado y marcado tu
existencia?

R: En mi infancia oí muchas veces de mi padre y de mi madre: “Nosotros
somos pobres”. Ya inculcado en la infancia, poco después con
contactos, con análisis, convivencias religiosas he ido sintiendo
realmente que la opción por los pobres ha de ser opción fundamental
para la Iglesia. Una opción que defina a la Iglesia recordando aquella
frase de Van-der Meerch: “La verdad, Pilatos, es estar del lado de los
pobres “. Para la Iglesia también.

P: ¿Cuáles son, según tú, los tres grandes retos o desafíos que tiene
planteados la Iglesia del tercer milenio?

R: El ecumenismo y el macro ecumenismo. La pobreza estructural de sus
instituciones. La profecía contra sistemas, estructuras que matan, que
excluyen, que prohíben. Entonces sería, la unión de las propias
iglesias, la profecía diaria, una profecía que denuncia, anuncia y
consuela.

P: En la hipótesis de que fueras nombrado Papa, ¿cuales serían las
tres decisiones primeras y más importantes que tomarías?

R: Estamos en el chiste, ¿no? La primera seria suprimir el estado
Pontificio y que el Papa dejase de ser Jefe de Estado.

La segunda, poner en suspenso, en entredicho la curia romana, y
tercera convocar un encuentro llámenle Concilio, si quieren,
verdaderamente ecuménico, para rehacer totalmente la curia romana,
para redefinir el ministerio de Pedro y para proponerse con seriedad
la inculturación de los diferentes pueblos y la relativización de lo
que es relativo, que podía ser el propio celibato sacerdotal,
legislaciones rígidas, en el derecho canónico, a veces en liturgia, en
pastoral.

P: Llama la atención en tu vida el hecho de que siendo Obispo no hayas
empleado nunca los símbolos del poder episcopal. ¿Cuál es la
motivación ultima y profunda, de que nunca hayas usado la mitra, el
báculo? ¿Cuál es la raíz ultima y profunda de esas decisiones tuyas?

R: Con todo respeto a los hermanos que la usan, creo que no son
símbolos ni gestos evangélicos. Están vinculados a estatus y sería lo
más lógico prescindir de escudo, prescindir de mitra, de báculo, y
celebrar las eucaristías con simplicidad. No creo que le hagan ningún
bien a la Iglesia, toda esa simbología.

P: Según tú ¿cuál es la virtud humana que más valoras?

R: La coherencia.

P: ¿Y la virtud evangélica?

R: La esperanza.

P: ¿Te gustaría ser recordado como,,,?

R: Como alguien que cree que Dios nos salva a todos y lo salva todo.

P: ¿Para ti ser un hombre o una mujer espiritual es…?

R: Vivir en profundidad, asumir opciones dignas de una vida humana.
Ser coherente, abrirse a las necesidades del prójimo. Celebrar la vida.

P: Ahora te voy a plantear algunas palabras sueltas y te pediría que
espontáneamente respondieses con ese fogonazo de tu mente y de tu
corazón. Algunas relativas a la geografía.

P: África

R: La mayor deuda de la humanidad.

P: América Latina

R: Mi segunda patria.

P: Cataluña

R: La familia, la lengua, el paisaje.

P: Brasil

R: Una casa de última hora y definitiva.

P: Araguaia

R: Nuestro río.

P: Soria

R: Antonio Machado, “Tierra sin males”, solidaridad.

P: Injusticia

R: La negación del amor.

P: El llamado tercer mundo

R: Un escándalo en la historia humana. Porque tercer mundo por
definición significa un mundo prohibido, marginado, explotado,
inferior.

P: Primer mundo

R: La prepotencia, el lucro, el egoísmo, el consumismo, el
imperialismo.

P: Libertad.

R: La posibilidad de vencer el miedo, la posibilidad de ser lo que se
es, la posibilidad de ayudar a cuantos viven sin libertad.

P: Movimiento de los sin tierra.

R: Hoy día, el mayor movimiento popular social de América Latina.

P: Latifundio

R: Una iniquidad, el abuso de la tierra de todos, el egoísmo
estructural en el campo.

P: Globalización

R: La transformación de la humanidad en mercado.

P: Solidaridad

R: Como dice la poeta nicaragüense: “la ternura de los pueblos”. La
caridad estructurada de pueblo para pueblo.

P: Guerra

R: La negación de la vida.

P: Bien. Ahora, también con unas palabras, sugiero que evoques tu
pensar, tu sentir, sobre algunos personajes: Lula

R Una experiencia, obrera, política, importante para América Latina.
Una cierta decepción, quizás porque exigimos lo que de momento no se
puede exigir, pero en todo caso en la historia de Brasil, en la
historia de América Latina, habrá sido un paso político importante.

P: Bush

R: Una epidemia mundial.

P: Fidel Castro

R: Un gran estadista, un padre de la patria latino americana, pero al
mismo tiempo, autoritario, imperialista, que quizás no ha sabido abrir
los espacios que debería haber abierto para democratizar más las
conquistas de salud, de educación que Cuba hizo, que seria un
testimonio más accesibles a los otros pueblos.

P: Evo Morales

R: Una victoria de los pueblos indígenas después de 500 años de
prohibición, de exclusión,

P: Y para ir terminando ¿qué te sugiere estas palabras?

P: Vida Eterna

R: La convivencia plena con el Dios vivo, y con todos los hijos e
hijas de Dios.

P: Vida Plena

R: A partir de la palabra de Jesús: “que todos tengan vida y la tengan
en abundancia “, vida plena, aquí del lado de acá de la muerte,
siempre es una vida relativa, pero en esperanza: vamos a la vida
eterna plena

P: Y la ultima pregunta; ¿Lo que ha dado sentido a tu vida?

R: La buena nueva del Evangelio.

P: Muchas gracias Pedro ha sido un placer disfrutar de tu compañía, de
tu cariño, de tu sabiduría, de tu mística.

R. Gracias por esta solidaridad, y concretamente por la solidaridad de
Soria, Soria fría decía Machado, Soria caliente de solidaridad.
www.periodistadigital.com/• [pt] Eduardo Lallana e Charo García de la Rosa -presidente e vogal da ONG soriana “Terra sem mal”, que desenvolve projeto em São Félix de Araguaia, no Estado de Mato Grosso, entrevistaram Dom Pedro Casaldáliga, duas vezes candidato ao Prêmio Nóbel da Paz, bispo emêrito de São Félix, místico, poeta, um dos líderes da Teología da Liberação e figura internacional na defesa dos Direitos Humanos. Seguem trechos da conversa tipo ping pong:

Qual seria o lema da sua vida?

R: Relativizar o que é relativo e absolutizar o que é absoluto.

E o que é absoluto a seu ver?

R: Tenho um poeminha que diz, “que tudo é relativo, menos Deus e a fome”.

P: Que frases ou passagens do Evangélho mais influenciam sua vida, meditação e modo de-fazer pastoral?

R: “Deus é amor”, e “de tal jeito amou Deus ao mundo que lhe enviou seu Filho não para condenar ao mundo e sim para salvá-lo”.

P: Que pessoas iluminam seu caminho além da fonte evangélica.

R: Evidentemente Jesús de Nazareth, Francisco de Assis, Teresa de Lisieux, Carlos de Foucault, e formadores que tive ao longo dos estudos eclesiásticos, companheiros do episcopado, aqui na América Latina.

P: É conhecida tua alma de poeta. E na literatura universal, quem é seu poeta predileto?

R: San Juan de la Cruz, Antonio Machado

P: Algum poema?

R: O próprio auto-retrato de Antonio Machado, A Sequência de Páscoa e outro que considero imortal, o Canto Espiritual de Joan Maragal

P: Seu maior defeito?

R: Impaciência.

P: E a maior virtude?

R: Esperança.

P: O que considera o grande pecado do mundo hoje?

R: O capitalismo neoliberal.

E um dos pecados importantes da Igreja santa e pecadora?

R: A incapacidade para que as igrejas se unam, absolutizando aquilo que não é absoluto, e não respondendo ao testamento de Jesus, “que todos sejam um.”

O momento mais triste da tua vida?

R: Não sabería dizer… o momento da morte do meu pai, da minha mãe, morte de líderes, militantes, agentes de pastoral. São momentos tristes. Mas como a esperança continúa não chega a ser uma tragédia. Não acredito que tenha vivido tristezas maiores.

E os momentos mais felizes?

R: Toda vez que vejo uma liderança comunitária que assume sua missão e assume suas causas. Toda vez que vejo que existem comunidades e pessoas capazes de solidariedade, arriscando inclusive a própria vida. O testemunho de nossos mártires.

Sabemos que você foi perseguido, ameaçado de morte em várias ocasiões. Quando realmente temeu pela sua vida?

R: Durante a ditadura militar, houve vários momentos. Na ocasião da morte do padre João Bosco Penido Burnier: a bala era pra mim. Eu tenho o poder de esquecer o ruim. Quando olho pra trás nunca posso dizer, como em um famoso filme, “olhando para trás com ira “. Não. Esse absoluto que é Deus resolve todos esses problemas e todas as tristezas e decepções.

Qual a maior decepção na tua vida?

R: Nenhuma, porque seria uma decepção maior chegar num beco sem saida, mas a saida está sempre na frente. Não posso falar de decepções maiores: políticos amigos que tem falhado, projetos militantes ou pastorais que tem falhado, porém relativizo.

Maiores desejos?

R: Que acabe a fome no mundo, que acabe a fabricação de armas, a corrida armamentista, a guerra sobretudo por religião ou respaldada por religiões

Maiores preocupações?

R: Que a igreja, as igrejas, não se unam, que não sejamos capazes de administrar este mundo que daria para todos e tenhamos que continuar vivendo no meio de uma humanidade, onda dois terços não possuem o direito a viver. E no dia a dia, me preocupo com os erros, sobretudo os nossos e dos agentes de pastoral.

Olhando pra trás, teu maior erro?

R: Não ter sido o suficiente compreensivo em muitas ocasiões.

Mas do que se arrepende?

R: De muitas coisas. De tudo, um pouco. Poderia ter dito algo de maneira melhor, com mais esperança até, com mais simplicidade, com maior generosidade. Lembro sempre a frase daquele santo que quando se apresentasse diante de Deus lhe pediria: “esqueça as minhas boas obras, vamos falar só dos meus fracassos, dos meus pecados, que isso tú sabes resolver muito bem.”

Uma das suas características mais destacadas tem sido a relação com os povos indígenas. O que aprendeu nesta experiência com eles?

R: A convivência com a natureza, um certo sentido de comunitarismo, relativizar também muitas coisas que nossa civilização considera absolutas.

Lembra-se de quando fez a opção pelos pobres?

R: Na minha infância ouvi muitas vezes do meu pai e da minha mâe: “Nós somos pobres”. Já influênciado na infância, pouco depois com as convivências religiosasfui sentindo realmente que a opção pelos pobres tem de ser opção fundamental para a Igreja. Uma opção que defina a Igreja lembrando aquela frase de Van-der Meerch: “A verdade, Pilatos, é estar do lado dos pobres “. Para a Igreja também.

Quais os desafios da Igreja no terceiro milênio?

R: O ecumenismo e o macro-ecumenismo. A pobreza estrutural das suas instituições. A profecia contra sistemas, estruturas que matam, que excluem, que proibem.

Se voce fosse nomeado Papa, quais seriam as três primeiras e as mais importantes decisões que tomaria?

R: Estamos na brincadeira, né? A primeira seria suprimir o Estado Pontifício e que o Papa deixasse de ser chefe do Estado.

A segunda seria suspender a Cúria Romana. E a terceira, convocar um encontro que poderia ser chamado de Concílio, se quiserem, verdadeiramente ecumênico, para refazer totalmente a Cúria Romana, para redefinir o ministério de Pedro e para se propôr com seriedade a inculturação dos diferentes povos e a relativização do que é relativo, que podía ser o próprio celibato sacerdotal, as legislações rígidas, no direito canônico, as vezes na liturgia, no pastoral.

Chama a atenção na sua vida o fato de que, sendo Bispo, não tenha empregado nunca os símbolos do poder episcopal. Qual é a motivação de que nunca tenha usado a mitra, o báculo? Qual é a raíz última e profunda dessas suas decisões?

R: Com todo o respeito aos irmãos que os utilizam, acredito que não são símbolos nem gestos evangélicos. Estão vinculados a estatus e sería o mais lógico prescindir de escudo, prescindir de mitra, de báculo, e celebrar as eucaristías com simplicidade. Não acho que faça nenhum bem à Igreja, toda essa simbología.

Tradução: Mariana Lettis

One thought on “«Si fuera Papa, cerraría el Vaticano y la Curia»[pt]”Se eu fosse o Papa, fecharia o Vaticano e a Cúria”

  1. “Se eu fosse o Papa, fecharia o Vaticano e a Cúria”
    Somente discordo do sr. Eduardo de La Rosa com referencia às questões sobre o Vaticano.
    Que é preciso uma revisão na estrutura do Vaticano, não há dúvida, aliás penso que esse processo de revisão deva ser uma constante para reduzir a possibilidade das pessoas se apegarem aos meios (o que o sr. Eduardo chama de relativo) e se afastar do fim que é a implementação do Reino de Deus (que é o absoluto). No entanto procurar um desmonte total é jogar fora a água suja junto com o bêbe.
    Aquilo que atrapalha é ao mesmo tempo o que dá muita ajuda. Assim é que vejo o Vaticano e a Cúria.
    Há pouco tempo atrás, em um evento ecumênico, um pastor luterano me declarou que uma das grandes dificuldades que vivem é pela a ausência de um poder central como tem a igreja católica com o Vaticano..
    Não vejo como positivo simplesmente atirar pedras, mas também não é bom que fiquemos simplesmente quietos aceitar tudo o vem de lá como verdade absoluta se não o é.
    Um abraço
    João Carlos T Carneiro
    Rio de Janeiro-RJ

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